El Consejo de Seguridad de la ONU levantó este miércoles gran parte de las sanciones contra Irak que databan de la era del dictador Saddam Hussein.
La decisión fue aprobada en una reunión que sostuvo el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, y el máximo órgano de seguridad. Con este paso la comunidad internacional espera que Irak impulse su recuperación económica, mejore sus operaciones exteriores, fortalezca la explotación de sus recursos naturales, y la posibilidad de producir energía nuclear.
Entre las resoluciones destacan la que impedía al país el desarrollo de una industria nuclear civil. En 1991 el Consejo impuso sanciones a esa nación para detener la construcción de supuestas armas químicas, biológicas y nucleares que según Estados Unidos poseía, pero que nunca fueron halladas.
La segunda es la eliminación del programa 'Petróleo por Alimentos' que entre 1996 y 2003 permitió a Bagdad comprar medicamentos y comida a cambio de miles de millones de dólares del dinero del crudo.
Por último, la tercera resolución decreta el cierre en seis meses del Fondo para el Desarrollo de Irak (DFI) que se estableció tras la caída de Saddam Hussein en 2003 para administrar bajo supervisión internacional la riqueza petrolera y de gas natural de ese Estado.
No obstante, se mantienen las sanciones contra algunos miembros menores del Ejecutivo de Hussein que siguen prófugos. Irak también deberá pagar el 5% de sus ingresos petroleros a un fondo de la ONU de compensación para reparar los daños generados durante la ocupación realizada a Kuwait.