La Cámara de Representantes de EE. UU. aprobó hoy por abrumadora mayoría la revocación de una ley de 1993 que prohíbe a los homosexuales prestar servicio militar, aunque la medida espera su voto en el Senado, informa la agencia EFE.
Con 250 votos a favor y 175 en contra, los legisladores aprobaron levantar la veda a soldados homosexuales en las postrimerías de la sesión 111 del Congreso. Una medida similar en el Senado fue presentada por el senador independiente Joe Lieberman, pero aún no tiene fecha para su votación. "Hoy tenemos una oportunidad para votar una vez más para cerrarle la puerta a una injusticia fundamental en nuestra nación.
La revocación de la política discriminatoria honrará el servicio y sacrificio de quienes han dedicado sus vidas a la protección del pueblo estadounidense", dijo la presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi. "Espero que podamos alentar al Senado a que tome una medida que se debió haber tomado hace mucho", subrayó. La ley de 1993, conocida en inglés como "Don't ask, don't tell" (DADT) -algo así como "No preguntes, no lo digas"- prohíbe discutir la orientación sexual de los soldados y los homosexuales pueden dar servicio militar siempre y cuando no divulguen su condición. La Cámara baja ya había aprobado revocar la ley en mayo pasado, cuando aprobó una ley de gastos de defensa, pero esa medida fracasó dos veces en el Senado.
Por ello, el líder de la mayoría demócrata en la Cámara baja, Steny Hoyer, y el demócrata Patrick Murphy, presentaron el martes de forma expedita una medida exclusivamente para levantar la prohibición contra soldados abiertamente homosexuales en las filas de las Fuerzas Armadas. Al presentar la medida, Hoyer y Murphy destacaron la urgencia de que sea el Congreso el que revoque la ley de 1993 mediante un vehículo legislativo, y evitar así que sean los tribunales los que lo hagan. La ley de 1993 es objeto de varias demandas en los tribunales, entabladas por ex miembros del Ejército, algunos de los cuales incluso han recibido numerosos premios y condecoraciones por su servicio militar.
Los republicanos recuperarán el control de la Cámara baja en la 112 sesión que comienza en enero próximo, y con eso se reducen drásticamente las posibilidades de que el nuevo Congreso revoque la ley actual. Organizaciones como el Grupo de Trabajo Nacional sobre Asuntos de Gays y Lesbianas elogiaron la aprobación del proyecto de ley por considerar que se trata "de un asunto clave de justicia".
Rea Carey, la directora ejecutiva de ese grupo, dijo en un comunicado que la política actual, promulgada durante la presidencia de Bill Clinton, es, además de discriminatoria, "innecesaria, costosa e injusta". El voto de hoy "nos acerca más al fin de un vergonzoso capítulo en la historia de nuestra nación y hacia la creación de una vía que permita que los hombres y mujeres (homosexuales) puedan prestar servicio de forma abierta y honesta, para el gran beneficio de nuestro país", enfatizó Carey.
De anularse la ley actual en ambas cámaras del Congreso, sería la primera vez en la historia de EE. UU. que los soldados abiertamente homosexuales pueden prestar servicio sin temor a represalias. También sería la mayor transformación de las Fuerzas Armadas -que cuentan con 1,4 millones de soldados en activo- desde que una orden ejecutiva de 1948 exigió la integración racial de sus filas.