Brasil recibe a una cumbre de MERCOSUR por encima de Iguazú
Más aprobado que nunca en estas últimas semanas su mandato por el pueblo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva recibe la cumbre del MERCOSUR en la localidad emblemática de la alianza de los 'cuatro estados iberoamericanos' de Foz do Iguaço. Con apoyo unánime de todos los estados miembros —vigentes y futuros— esta reunión le abrirá personalmente a él un camino directo hacia el puesto dirigente, vacante tras la prematura muerte del destacado líder argentino, Nestor Kirchner.
Habiendo sido instituido casi 20 años atrás, para el 2010 el MERCOSUR se transformó en uno de los más importantes instrumentos de la integración regional, incluso en el ámbito global. Se fortaleció bastante para volver a integrar a nuevos miembros: Venezuela está terminando el proceso del ingreso en la asociación, al tiempo que Lula se manifiesta deseoso de que sea aun más ampliada, participativa y hospitalaria.
La influencia de la organización se extiende prácticamente a toda Sudamérica. Los miembros asociados del Mercado Común son Bolivia, Colombia, Perú, Chile y Ecuador. En la presente cima los ministros de Exteriores y representantes del sector comercial han derrumbado decisivamente las fronteras de la entidad, al firmar nuevos acuerdos económicos con países como Australia, Nueva Zelanda, Cuba y Pakistán.
“El proyecto de integración regional no puede apoyarse sólo en los buenos resultados económicos, que siempre están sujetos a oscilaciones”, recalcó el mandatario brasileño en la clausura de la Cumbre Social, que se organiza de forma paralela a la reunión presidencial. “Para adquirir consistencia, debe apoyarse en valores y aspiraciones comunes”.
En particular, Lula considera que la faceta social del trabajo hecho dentro de este organismo regional contribuyó en gran medida a la consolidación de la democracia y a la paz entre los países. “Todas estas conquistas sólo fueron posibles por el clima de entendimiento y de verdadera fraternidad”, consideró el todavía presidente, destacando también el criterio de la justicia social cuya importancia ha sido percibida por todos los líderes regionales. La solidaridad y este sentido de justicia “deben ser la puerta de entrada” para MERCOSUR, concluyó Lula.