México y Guatemala serán los mediadores en el litigio territorial entre Nicaragua y Costa Rica. La zona fronteriza del Río San Juan se ha convertido en una amenaza para la estabilidad de la región.
Una vieja herida que vuelve a abrirse. La tensión entre Nicaragua y Costa Rica creció por una supuesta invasión de la isla Calero en el río San Juan. Nicaragua rechaza que sus tropas hayan penetrado en el territorio costarricense. En una entrevista exclusiva a RT la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, asegura que así sucedió: “Bueno, básicamente lo que tenemos en este momento es una ocupación militar de parte del territorio costarricense en la zona norte del país y además un trabajo de una gran devastación ambiental que está siendo ocasionada por los mismos militares nicaragüenses en este territorio.
“Pero hay aquí algo muy importante en cuanto al contexto en el que se produce esta ocupación o invasión militar nicaragüense, que quisiera de alguna manera destacar.Costa Rica es un país que ha apostado a dos grandes cosas en su desarrollo a lo largo de los años: primero, la democracia y la paz. Hace más de 60 años abolimos el Ejército, por eso es que esta ocupación militar es especialmente ofensiva para un país que no tiene ejército y que no se puede defender por la vía de las armas”, dice ella.
Según la administración nicaraguense, el río San Juan y la Isla Calero forman parte de su territorio. Así que le parece absurdo hablar de algún tipo de invasión.
La disputa entre Nicaragua y Costa Rica tiene raíces muy antiguas. Hace más de un siglo, gracias a la mediación internacional, se estableció el límite entre ambos países centroamericanos a lo largo del río San Juan. Pero las relaciones entre los dos vecinos no pueden llegar a ser sólidas cuando su frontera puede cambiar de curso y caudal.
Cada vez que entre ambos estados surgía una tensión, los organismos internacionales les echaban una mano para suavizar el conflicto. Así, en 2009 la Corte Internacional de La Haya determinó que el río pertenece a Nicaragua y basándose en ese veredicto, el gobierno del presidente Daniel Ortega actualmente está dragando la vía fluvial. Estas obras son uno de los argumentos del pleito fronterizo actual, presentado por Costa Rica ante el mismo tribunal.
Mientras tanto, en Managua están seguros de que detrás de la retórica medioambiental de la presidenta de Costa Rica se esconden objetivos de otro tipo.
“Costa Rica históricamente siempre ha pretendido espacio del territorio nacional, es decir, de Nicaragua, incluyendo sus recursos estratégicos. La verdadera finalidad de Costa Rica es tener acceso directo hacia el lago de Nicaragua y el río San Juan. Son pretensiones históricas de expansión hacia un recurso natural muy importante como es el agua”, dice Luis Alberto Molina Cuadra, embajador de Nicaragua en Rusia
Pero los recursos hídricos son sólo uno de los tesoros que esconde la zona disputada. Es precisamente aquí donde se planea construir un canal interoceánico. Esta vía que uniría el Atlántico y el Pacífico sí que podría conllevar enormes inversiones y constantes ingresos al país que controlara el río San Juan.
Este ambicioso proyecto haría la competencia a otra ruta que ya existe en la región: el canal de Panamá. Algunos opinan que esta es la verdadera razón de las tensas relaciones entre Nicaragua y Costa Rica.
“Hasta hace un año o menos, hace unos 8 o 9 meses, todo, incluso aprobado por el Congreso de Estados Unidos, todo indicaba que el canal iba a estar en Nicaragua. Lo que sucede hoy es que se reflota esta posibilidad de hacer un canal en Nicaragua por varias razones. Una es por el dominio de los Estados Unidos sobre el canal de Panamá; aunque ya se haya retirado en 1999, sigue teniendo enorme influencia”, afirma Telma Luzzani, analista de Política Internacional
La Federación de Rusia, por su parte, aboga por la próxima y pacífica resolución del conflicto entre los pueblos de Nicaragua y Costa Rica. Así lo plantea un comunicado oficial del Ministerio de Exteriores ruso.
“Rusia han llegado a conocer con preocupación los comunicados de la tirantez en las relaciones entre la República de Nicaragua y la República de Costa Rica. Estamos seguros de que Managua y San José son capaces de encontrar una solución para las divergencias relativas a los problemas territoriales sobre la base del respeto mutuo y el dialogo bilateral, entre países y pueblos que están ligados históricamente por lazos fraternales”, subraya Yuri Korchaguin, director del Departamento para Latinoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
La necesidad de que las naciones hermanas hagan las paces es evidente para toda la región. Si las relaciones se ponen aún más tensas, ningún país latinoamericano quedará indiferente. El presidente de la República Dominicana es uno de los mediadores para la solución del conflicto. En una entrevista, Leonel Fernández Reyna, presidente de la República Dominicana, ha compartido su visión de cómo se podría resolver la disputa: “Tenemos que sentarnos a dialogar y poner fin a estas confrontaciones. Eso desdice mucho de nuestra identidad latinoamericana, mucho menos en la celebración del bicentenario de nuestra independencia. Yo creo que de alguna forma hay cierta comprensión de eso. Y vamos a presionar a los países latinoamericanos para que se sienten a la mesa y le pongan fin a este conflicto. Las perspectivas son optimistas como deben ser”.
Tanto Nicaragua, como Costa Rica coinciden en que el único medio para evitar nuevos enfrentamientos es la intervención de los organismos internacionales. Ambas partes presentarán sus argumentos en La Haya en enero de 2011 y ese será el siguiente paso hacia la solución pacífica del conflicto.