Cascos azules no abandonarán Costa de Marfil
Las fuerzas de paz de la ONU no abandonarán Costa de Marfil a pesar de las demandas de Laurent Gbagbo, el autoproclamado presidente del país.
Un portavoz de la organización afirma en un comunicado que la misión de la ONU en el país —UNOCI— “completará su mandato y seguirá monitoreando y documentando cualquier violación a los derechos humanos, incitación al odio y violencia o ataques contra las fuerzas de paz”.
Por su parte, Gbagbo insiste en el retiro inmediato de las tropas de la ONU, organismo que reconoció a su rival Alassane Outtara como legítimo presidente del país (tal como la mayoría de los países).
Además de acusarles de apoyar a su opositor y de interferencia “en los asuntos internos del país”, Gbagbo se opone a “cualquier renovación de su mandato” que acaba el 20 de diciembre. Sin embargo, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, aseguró que los cascos azules no cederán ante la presión.
A inicios de diciembre en Costa de Marfil se realizó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, las primeras después del comienzo de la guerra civil en el país.
Poco después de la derrota de Gbagbo, el Consejo Constitucional anuló los resultados que mostraron que su rival Ouattara ganó con el 8%. Tanto Gbagbo y Ouattara se declararon presidentes y cada uno formó su propio Gobierno.
La mayoría de los mandatarios del mundo reconocieron la victoria de Ouattara e insisten en que Gbagbo deje su puesto.
El sábado, un grupo de desconocidos atacó una patrulla de las Naciones Unidas, pero ningún casco azul sufrió heridas. Ban Ki-moon, preocupado por los ataques, advirtió de que “habrá consecuencias para aquellos que hayan cometido u orquestado tales acciones o lo hagan en el futuro”.
Actualmente, en Costa de Marfil están desplegados unos 10.000 soldados de paz de la ONU.