Los hijos de los desaparecidos durante dictadura militar en Argentina buscan encontrar sus familias verdaderas. Se estima que medio mil de niños fue secuestrado tras el asesinato de sus padres.
Pasadas tres décadas desde los terribles hechos, aún quedan muchas familias que buscan a sus descendientes desaparecidos.
Victoria Montenegro siempre creyó que la suya era una familia normal. Sin embargo, vivió toda su vida envuelta en una terrible mentira. A quien ella llamaba papá, el coronel Hernán Tetzlaff, era en realidad el asesino de sus padres, dos jóvenes guerrilleros muertos durante un operativo militar en 1976, momento cuando Victoria tenía apenas dos semanas de vida.
"Me cuenta que mi mamá era rubia, y mi papá era moreno. Habían entrado una noche, hicieron el operativo [...] En los operativos él siempre era el primero en entrar. Él los mató”, cuenta Victoria.
Como parte del botín de guerra, Tetzlaff se apropió del bebé y la inscribió como hija biológica. Presionado por la Justicia, el jefe militar contó finalmente la verdad en 2001, cuando Victoria tenía ya 25 años.
“Me dice que escuchaba un bebé, que en un momento escuchó un bebé [...] Y me saca de abajo de una mesada, donde estaba el moisés mío. Me sangraban los oídos y no parpadeaba, así que él pensaba que yo estaba muerta. Él estaba convencido de que había hecho lo mejor, que lo había hecho por mi bien”, explicó Victoria.
El jefe militar fue finalmente condenado y murió poco después en prisión. Victoria se reencontró con su familia biológica y lentamente ha ido asimilando la verdad.
Desgraciadamente, su historia no es la única. La Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo estima que medio millar de recién nacidos fueron secuestrados durante la dictadura militar, tras el asesinato de sus padres. Gracias a una búsqueda incansable, que ya lleva tres décadas, 102 nietos recuperaron su identidad, el último de ellos en febrero pasado. Pero aún hay muchísimas familias que buscan el paradero de los retoños de los desaparecidos. La propia fundadora de la organización desconoce la suerte de su nieto.
Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo: “Esos nietos ya tienen 30 ó 32 años. Son hombres, mujeres, se han casado. Nos han hecho bisabuelas. Y los estamos buscando todavía. Y es una tarea muy difícil porque no sabemos dónde están. Yo no conozco a mi nieto. No sé a quién se parece, si tiene algún dato particular, qué nombre tendrá... capaz que está cerca. A veces pienso que me cruzo en la calle con él y no lo veo, porque no lo conozco”.
La organización fue creciendo y ahora ya cuenta con un banco de datos genéticos donde están las muestras de todas las personas que buscan a sus descendientes. La Justicia también sigue actuando. El propio dictador, Jorge Rafael Videla, que ya fue condenado por otros delitos, está siendo procesado por el plan sistemático para el robo de niños.
En su tarea, las Abuelas enfrentan innumerables dificultades. Por un lado, las trabas para obtener información que los militares callan o han olvidado. Por otro, hay un debate ético por los casos de muchos nietos, como Victoria Montenegro, que han sido formados en los valores de quienes se los apropiaron y que no desean verlos en la cárcel. Conocedora de varios de estos casos, Estela de Carlotto afirma que la verdad siempre busca salir a flote.
“Nuestros nietos, todos, tienen dudas internas de que algo no anduvo... porque no se parecen físicamente, porque a lo mejor tienen recuerdos que no saben de dónde les vienen. Uno de ellos contó después que lo encontramos, que él quería tener un hijo que se llamara Juan, y nunca sabía porqué. “¿Por qué? ¿A quién conozco?” Cuando conoció su historia, Juan era él. Su mamá lo había llamado Juan a él.”, dijo Estela de Carlotto.
Los objetivos de la organización son hoy muy claros: buscar el castigo para quienes se apropiaron de los hijos de los desaparecidos, defender el derecho de la familia de origen a conocer la suerte de estos retoños, y respetar la voluntad de esos nietos, hoy personas adultas, sobre los lazos afectivos que ellos deseen tener.
Han pasado más de tres décadas desde los terribles acontecimientos de la dictadura militar argentina que dejó 30.000 desaparecidos pero el tema sigue vigente. El próximo mes de marzo comenzará el juicio oral contra el ex dictador Videla por el robo de bebés.