El Ministerio de Exteriores de El Salvador denunció este martes que el 16 de diciembre fueron secuestrados al menos 50 emigrantes centroamericanos de distintas nacionalidades en el Estado sureño mexicano de Oaxaca, por parte de un grupo de supuestos miembros del crimen organizado.
''La cancillería salvadoreña externa su profunda preocupación ante estos hechos y condena las agresiones a los centroamericanos en tránsito por México'', declara el comunicado oficial. A las peticiones de El Salvador se añadieron Honduras y Guatemala, que exigen al gobierno de Calderón su rápida intervención para encontrar a las víctimas. En lo que se refiere a la administración de México, todavía no han habido respuestas oficiales sobre estas denuncias.
Según la información de la Cancillería Salvadoreña, unas horas antes del secuestro, un total de 92 personas (86 guatemaltecos, 5 hondureños y 1 salvadoreño) fueron detenidas y encerradas en un puesto migratorio por las fuerzas de seguridad mexicanas. "Algunos de los emigrantes que lograron escapar abordaron nuevamente el tren de carga en Oaxaca", dice el comunicado, sin precisar si alguno de ellos está ahora entre los secuestrados.
Pasado algo de tiempo, un grupo armado atacó el tren de carga, tras obstruir la vía con palos y piedras, y obligó a la unidad a detenerse. "Los testigos aseguraron que los sujetos subieron a los vagones, golpearon a los emigrantes con machetes y los despojaron de sus pertenencias", agrega el mensaje del Ministerio de Relaciones Exteriores salvadoreño.
El número preciso de los secuestrados todavía se desconoce. La Cancillería de El Salvador calculó que habían sido aproximadamente 50 personas: 30 hombres, 15 mujeres y cinco menores. Sin embargo, muchos testigos que lograron escapar afirman que la cantidad de secuestrados podría llegar al centenar. Todos habían sido separados y llevados en diferentes direcciones.
Algunos de los emigrantes que lograron huir, llegaron a los albergues para emigrantes, alertando que muchos seguían en cautiverio. Según la información de varios medios latinoamericanos, la casa de ayuda de emigrantes 'Hermanos en el Camino' en Oaxaca denunció que los miembros de los carteles narcotraficantes de los Zetas y la Mara 13 habían amenazado con ingresar al lugar si no se les entregaban 15 emigrantes que consiguieron escapar del secuestro el 16 de diciembre.
Así, el gobierno salvadoreño exigió al Gobierno de Felipe Calderón que investigue este hecho para ayudar a las víctimas y "deducir responsabilidades que impidan que este tipo de delitos se repitan".
No es la primera vez en que el gobierno de Funes exige explicaciones e investigaciones del secuestro masivo en territorio mexicano. A principios de noviembre pasado, El Salvador denunció el caso en que unos 20 inmigrantes latinoamericanos fueron privados de sus libertad en el Estado mexicano de Veracruz. También El Salvador exigió explicaciones del gobierno de Calderón por la matanza masiva de 72 inmigrantes, entre ellos 14 salvadoreños, en el Estado fronterizo con EE. UU. de Tamaulipas, hecho que escandalizó al mundo a fines de agosto pasado.
En documento actual se afirma que la Cancillería salvadoreña aún espera recibir informes tanto sobre estos delitos como sobre las medidas que se utilicen para castigar a sus responsables.