Unas 14.000 personas han cruzado la frontera de Liberia, buscando huir de la violencia postelectoral que se apoderó de Costa de Marfil el 28 de noviembre.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dio la cifra en un comunicado oficial, colgado en su página web. ACNUR acentúa que el número de refugiados está creciendo y, respectivamente, crecen también las necesidades tanto para ellos -las mujeres y niños en primer lugar- como para los que los hospedan. Además, el organismo advierte que, a pesar de los esfuerzos del Gobierno y de las agencias humanitarias, "las reservas de alimento se están agotando". Por otra parte, informó que entre los refugiados hubo víctimas mortales y fueron registrados casos de malaria, infecciones respiratorias, diarreas y malnutrición.
Mientras tanto, la administración del ex lider de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, reaccionó de una manera bastante drástica a la declaración del viernes de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO). Acusó su demanda de traspasar el poder a Alassane Ouattara, nuevo presidente electo, y la amenaza del uso "de legítima fuerza" en caso contrario como "delincuencia política".
Ahoua Don Mello, el portavoz del Gobierno de Gbagbo, en un comunicado oficial a los medios gubernamentales proclamó que Costa de Marfil "tiene una Constitución y unas leyes que se deben cumplir. Costa de Marfil no es un protectorado de la CEDEAO".