El Departamento de Defensa de EE. UU. marcó el inicio del año 2011 con el anuncio de la reducción de los gastos militares del país en unos 178.000 millones de dólares.
Recorte presupuestal: 78.000 millones de dolares
Está previsto que de esa cantidad se recorten 78.000 millones del presupuesto militar como tal durante los próximos cinco años. Para ello se abolirán los programas de desarrollo de hardware militar más caros. En primer lugar, se anulará el programa de misiles superficie-aire para el Ejército y el del vehículo anfibio EFV de 14.000 millones de dólares de coste. Disminuir el número de encargos de los cazabombarderos de nueva generación F-35 durante los próximos 3 o 5 años con el fin de compensar las repetidas demoras en su desarrollo y pruebas podrá salvar unos 4.000 millones más.
Otros 6.000 millones de los 78.000 millones provendrán de la reducción de tropas: está previsto que desde 2015 el Ejército reducirá el número de soldados en servicio activo en 27.000 personas y de marineros en entre 15.000 y 20.000 personas. Se planea que la medida coincidirá con el retiro del contingente estadounidense de Afganistán. Hoy en día el Ejército del país cuenta con unos 202.000 marineros en servicio activo (frente a los 175.000 que había en 2007) y con unos 569.000 soldados.
Ahorro a través de la mejora de la gestión interna del Pentágono: 100.000 millones de dólares
Los otros 100.000 millones de dólares se ahorrarán a través de un plan de mejora de la gestión interna del Pentágono y de la reducción de gastos administrativos y gastos en personal: se trata de eliminar unos 100 puestos de generales y almirantes y 200 puestos más para altos cargos civiles de Defensa. El secretario de Defensa de EE. UU., Robert Gates, precisó que quería acabar con la 'cultura' generada en el Pentágono tras el ataque del 11-S "del dinero ilimitado donde la cuestión del costo apenas se toma en consideración".
Sin embargo, esta parte de la suma total no se quedará como puro ahorro, sino que se redirigirá a otros propósitos de carácter militar, como la modernización de los tanques, la producción a escala de aviones no tripulados, la construcción de barcos de guerra (un destructor, una embarcación de combate litoral y un buque de vigilancia oceánica, entre ellas) o misiles defensivos, al desarrollo de programas de inteligencia y reconocimiento y a la provisión de servicios médicos a los soldados heridos.
Balance final
En cuanto al propio presupuesto del Pentágono, será de unos 553.000 millones para 2012, a excepción del coste de las guerras en Irak y Afganistán. Es decir, se verá aumentado en un 1% frente a 2011. En los próximos años seguirá creciendo, aunque las tasas de incremento serán más bajas hasta llegar a un nivel prácticamente congelado para los años 2015 y 2016.
Por ahora la financiación de las campañas militares en Irak y Afganistán tampoco será reducida. El total asignado por el Congreso estadounidense a estas guerras ya ha llegado a los 1.260.000 millones. Según calcula la página web costofwar.com, de ellos se han gastado unos 1.134.270 millones: unos 767.485 millones en la campaña en Irak y unos 366.783 millones en Afganistán. En 2011 EE. UU. cumple ya una década en Afganistán. El mismo plazo, 10 años (entre 1979 y 1989), duró el período de operaciones militares soviéticas en el pais asiático: en precios actuales le habría costado a la URSS unos 50.000 millones de dólares.
En su rueda de prensa del jueves, Gates precisó: "Tenemos que ser conscientes de que (...) no cada dólar para la defensa es sagrado o ha sido bien gastado".