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Exlíder republicano condenado a 3 años por conspiración

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La Justicia tejana condenó a tres años de prisión al exlíder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, Tom DeLay. Sus métodos de canalizar el dinero recobrado durante la compaña electoral de 2002 fueron considerados como blanqueo.

La Justicia tejana condenó a tres años de prisión al exlíder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, Tom DeLay. Sus métodos de canalizar el dinero recobrado durante la compaña electoral de 2002 fueron considerados como blanqueo.

DeLay dedicó a la carrera parlamentaria los 22 años de su vida política —desde 1984 a 2006 — y resultó siendo declarado partícipe de una conspiración y un íntegro plan de malversación de los fondos y su lavado. A los tres años de cárcel por el primer cargo el juez Pat Priest del condado, sumó otros diez años de libertad condicional por la segunda acusación.

Conforme al fiscal Steven Brand que comprobó las acusaciones tan graves ante el jurado pretendía enviar mediante el fallo condenatorio un mensaje a la sociedad de que nadie está por encima de la ley. Refiriéndose al carácter dilatado del expediente, en la audiencia del lunes el representante judicial denunció que con esa razón y por una “falta total de arrepentimiento” DeLay “tiene que ir a la cárcel ya”.

El hito de la culpa del destacado republicano está vinculado con las donaciones corporativas en favor de la campaña electoral de los ‘elefantes’. Personalmente a DeLay le imputaron el lavado de 190.000 dólares que fueron distribuidos entre siete candidatos del mismo partido en Texas, pero siempre a través del Comité Nacional Republicano. Este tipo de la intermediación y el uso de donaciones de las empresas como tales, de forma directa o indirecta, está prohibido por una ley estatal, aunque la Fiscalía no entreviese en el delito cometido los fines de lucro.

La acusación motivó los hechos punibles que databan de 2002 con ciertos esfuerzos para que la legislatura estatal tejana quedase en manos republicanas y, de esa forma, los legisladores pudiesen demarcar nuevos distritos electorales a favor de los republicanos. Antes del dictamen final, el político corría el riesgo de recibir una pena máxima de 99 años en prisión y una multa de hasta 20.000 dólares. La condena mínima que exigió el fiscal sería de diez años.

El representante tejano, conocido como un allegado de Georges Bush hijo, presidió la mayoría republicana durante solo dos años: entre 2003 y 2005. Desde el inicio él negó los cargos, asegurando que ellos tenían una motivación política, no obstante las normas de la Conferencia Republicana lo obligaron a dimitir temporalmente de su puesto. Más tarde, en julio de 2006 renunció definitivamente a su cargo y a partir de aquel tiempo no volvió a aparecer en las boletas electorales.

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