Julian Assange, fundador de la página WikiLeaks, ha comparecido ante un juez británico. Según el resultado de la breve visita en el tribunal de Londres, permanecerá en Inglaterra hasta febrero, cuando será examinada la demanda de extradición presentada por Suecia.
Assange se ha mostrado muy contento con el resultado en el tribunal, pero a su vez está preocupado por el futuro de WikiLeaks. Advierte que la página no podrá sobrevivir a los problemas financieros que sufre. En una entrevista con una cadena de radio francesa dijo que el dinero de los donantes no llega a sus cuentas porque todas están bloqueadas. También agregó “trataremos de replicar”.
Además negó las acusaciones por delitos sexuales que le atribuye la justicia sueca y estima que el caso tiene motivaciones políticas, causadas por las polémicas publicaciones de cables diplomáticos y documentos secretos. Los abogados del acusado australiano tratan de hacer todo lo posible para evitar la extradición de Assange a Suecia, porque temen que sea una etapa previa a su entrega a Estados Unidos.
Gerard Batten, miembro del Parlamento europeo, admite que hay pocas evidencias en contra de Assange y que el objetivo no es extraditarlo, sino hacer justicia. “Todos somos igualmente responsables ante la justicia. En este caso no importa en qué país se administra”, comentó Batten.
Mientras tanto, el fundador de WikiLeaks ha perdido ya cientos de miles de dólares en costos legales. Además estima que la pérdida semanal de la web es de 500.000 euros.
Para mejorar su situación financiera, Assange firmó un contrato para escribir un libro autobiográfico que saldrá en abril. “No quería escribir este libro, pero tengo que defenderme, además de mantener a WikiLeaks”, dijo hace poco el fundador de la página, citado por un diario británico. Assange fue arrestado el pasado diciembre pero liberado bajo fianza.