El sector extractivo debería aprender a evitar los errores de BP
Un informe final de la comisión presidencial de Estados Unidos que investigaba las causas del vertido de petróleo en el Golfo de México indicó a unos ‘errores evitables’ por parte de la operadora BP, ‘pasos en falso y descuidos’ de sus subcontratas, y fallos sistémicos de la industria petrolera en general. Los expertos esperan ahora que su obra de 380 páginas sirva de base para modificar las regulaciones de la industria de perforaciones en alta mar y piden actuar en esta dirección al Congreso y al Departamento del Interior.
El desastre de escala nacional desencadenó tras el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon el 20 de abril del año pasado cuando el estallido inicial causó la muerte de once operarios. La consecutiva apertura del pozo llevó a que se vertieran al mar cinco millones de barriles de crudo a lo largo de tres meses del derrame incontrolado. El proceso de contabilizar en dólares el impacto de todo ese drama no puede considerarse terminado, incluso con la presentación de este nuevo documento de la Comisión para el vertido de crudo (OSC por sus siglas en inglés). Sus autores solo precisaron los métodos para determinar, procesar y distribuir las sumas de las multas e indemnizaciones que serían impuestas sobre las compañías responsables.
Una vez para siempre los representantes estatales lograron enumerar las personas (jurídicas y físicas) culpables o vinculadas en la negligencia o fallos durante la explotación del pozo petrolífero explosionado. En particular, se ha puesto en claro que la plataforma como tal pertenecía a la compañía suiza Transocean. Dos consorcios norteamericanos —Halliburton Energy Services y Cameron International— participaron directamente en la preparación del pozo y todo el equipo al trabajo, a partir de su puesta en funcionamiento. Por fin, la operadora fue la británica BP que de esa manera no debería tomar por sí toda la responsabilidad financiera, sino compartirla con las tres otras empresas.
A las causas inmediatas de la avería se les debe explicar con toda una serie de faltas detectadas, que la comisión atribuyó a cada una de las compañías. Entre esas faltas los expertos destacaron los defectos permanentes de manejo de los riesgos, una escasa ‘cultura’ de prevención de accidentes en la industria petrolífera en su totalidad. En este sentido la OSC recomendó al presidente y al Congreso de EE. UU. elaborar e implantar una profunda reforma del sector extractivo, así como llevar a cabo unos entrenamientos suplementarios para los empleados de los organismos estatales, vinculados con la remoción de las consecuencias de desastres ecológicos para mejorar sus capacidades a la hora de hacer frente semejantes averías.
Además, los autores del informe propusieron elevar el límite a las multas que serán impuestas a las empresas que hayan cometido una negligencia, que actualmente se encuentra en 75 millones de dólares. Recomendaron asimismo que el Gobierno invierta unos 80% de los aportes de las compañías multadas en la rehabilitación del Golfo de México. Por parte del Departamento del Interior se ha exigido que instituya una agencia de seguridad independiente dedicada exclusivamente a supervisar las perforaciones en alta mar.