El presidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa, se manifestó contento por la enmienda a la Constitución aprobada el martes que quita las restricciones al plebiscito y permite a las autoridades consultar al pueblo sobre las cuestiones más fundacionales. A partir de 2013 el pueblo hondureño sí podrá votar por reformas referentes a la organización del poder nacional semejantes a las que imponía el proyecto del destituido jefe de Estado Manuel Zelaya en 2009.
Por 103 votos a favor y 25 en contra, el Parlamento suprimió el angular artículo 5 de la Carta Magna la prohibición de convocar un referéndum para decidir sobre los artículos 'pétreos', según los definieron los propios legisladores, entre ellos el que bloquea la reelección presidencial. También reformaron el artículo 213, que dejaba la iniciativa de ley exclusivamente a los tres poderes (Legislativo, Ejecutivo y Judicial), y al Tribunal Supremo Electoral y la quitaba a los vecinos. A partir de ahora las reuniones de los ciudadanos o grupos de interés en un mínimo de 3.000 personas podrán participar en la construcción del Estado mediante la convocación a un plebiscito.
Porfirio Lobo se presentó como un demócrata consecutivo al acompañar los cambios constitucionales con su comentario, según el cual la decisión sobre toda una reforma de los artículos pétreos no sería de la élite política: “es la gente la que va a decidir", afirmó el mandatario. “Nadie puede estar en contra del que manda, que es el pueblo”, agregó Lobo, aludiendo a que eran los iniciadores de las restricciones del derecho al referéndum (enmiendas datadas de 2004) los que estaban en contra de dar paso libre a la expresión de la voluntad popular.
De acuerdo con las enmiendas promulgadas, si se convocara un plebiscito para aprobar la reelección presidencial, debería celebrarse simultáneamente con los comicios generales. Los próximos serán en 2013, pues así en la práctica, el primer precedente de una reelección sería posible a partir de las elecciones de 2017. Asimismo la primera innovación legislativa que afecte a los cimientos de la organización política del país no podría entrar en vigencia antes del 2014.
En cuanto a sus planes personales, Lobo reafirmó que no buscaría mantenerse en el poder. “Reitero mi compromiso con el pueblo hondureño, que el contrato social mío es del 27 de enero del 2010 al 27 de enero del 2014”, aseveró el presidente quien agregó también, refiriéndose a Manuel Zelaya: “El amigo que estaba antes en la Presidencia, yo insisto en que se quería quedar”.