En vísperas de la investidura del presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, reelegido hace un mes por otros cinco años de Presidencia, la Eurocámara exige unas duras restricciones contra los dirigentes de Bielorrusia.
El pleno del Parlamento Europeo de ayer exigió la imposición de nuevas sanciones al régimen bielorruso como respuesta a la represión política tras los disturbios que siguieron a las elecciones presidenciales hace un mes, el pasado 19 de diciembre. Tanto la oposición bielorrusa como la OSCE y los observadores internacionales han criticado duramente la represión y las elecciones, que no han sido reconocidas por Estados Unidos, y sigue creciendo la tensión en las relaciones entre el país eslavo y la Unión Europea.
El Parlamento Europeo en su sesión en Estrasburgo aprobó una resolución en la que exige imponer sanciones contra los dirigentes de Bielorrusia. El dictamen exhorta al Consejo de la Unión Europea a prohibir expedir visas y congelar los haberes en la UE a los dirigentes bielorrusos del más alto eslabón y a los funcionarios de los organismos judiciales y de seguridad.
Según la opinión de los diputados de la Eurocámara, esas sanciones deberán regir mientras las autoridades de Bielorrusia no liberen a todos los presos políticos y a todos los opositores detenidos, y no les eximan de los cargos presentados.
En respuesta Alexandr Lukashenko dijo que su país elaborará "duras medidas de respuesta" a posibles "sanciones económicas o del tipo" que sean de la UE contra Bielorrusia: "Le ordeno al Gobierno que (...) debemos responder de inmediato, preparar medidas de respuesta, incluso las más duras", declaró. "No vamos a ceder ante nadie", advirtió Lukashenko.
Mientras tanto, el Gobierno estadounidense declaró hoy que está dispuesto a apoyar las sanciones de urgencia del Parlamento Europeo contra Bielorrusia. "Realizamos unas consultas escrupulosas sobre ese asunto con nuestros colegas de la Unión Europea. Apoyamos los pasos que emprende la UE y en la luz de nuestra preocupación estamos dispuestos a dar nuevos pasos para renovar las sanciones contra Bielorrusia que habíamos suspendido antes", señaló hoy Philip Crowley, portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., que tras haber impuesto las sanciones contra Bielorrusia en 2006 decidió suspenderlas parcialmente dos años después para darle un voto de confianza.
Además, el Gobierno de Polonia, según su decisión unilateral hace tres días, ha prohibido la entrada en su territorio al presidente bielorruso y otros altos funcionarios del estado vecino. Aparte del mandatario de Bielorrusia, la 'lista negra' incluye nombres de jueces, fiscales y jefes de servicios responsables de perseguir a la oposición durante las elecciones presidenciales de diciembre pasado.
En respuesta, Minsk dijo ayer que "lamenta" la decisión de Varsovia y la considera "precipitada". No obstante, con motivo de esta prohibición el Gobierno bielorruso declaró que responderá con "medidas adecuadas" por la desición del país vecino, según informó ayer el representante oficial de la Cancillería bielorrusa, Andréi Savinij. "La decisión de las autoridades de Polonia no nos deja otra opción. Bielorrusia se ve obligada a tomar medidas adecuadas de respuesta", dijo.
Aleksander Lukashenko, que gobierna Bielorrusia desde 1994, ganó en la primera ronda de los comicios presidenciales el 19 de diciembre tras recibir casi el 80% de los votos. En vísperas y durante las elecciones se produjeron numerosos enfrentamientos entre las fuerzas del orden y miembros de la oposición, muchos de los cuales fueron detenidos por la policía. Algunos candidatos a la Presidencia pertenecientes a la oposición fueron arrestados y acusados de "organizar disturbios públicos".
Es el caso de Iván Kulikov, que fue arrestado en Minsk y acusado "de hurto", según informó ayer la Fiscalía del barrio de Zavodskóy de la ciudad de Minsk. Kulikov no participó en los actos de protesta durante las presidenciales. Incluso retiró su candidatura de la lista de candidatos en vísperas de los comicios.
Las agencias informativas anuncian de unas represiones sin límites contra ex candidatos a la Presidencia y una campaña de presión psicológica y administrativa contra los familiares de Kulikov y otros participantes de los acontecimientos de diciembre pasado.
La ceremonia de toma de posesión del jefe de Estado se celebrará hoy en la capital del país en el Palacio de la República, a las 13:00 (hora local), y será retransmitida por todos los canales de televisión bielorrusa. No está previsto que asistan los mandatarios europeos ni el presidente ruso, Dmitri Medvédev. Tras la ceremonia oficial comenzará "un concierto festivo", informó el servicio de prensa del presidente.