El canal internacional
de noticias en español
más visto en el mundo
Actualidad

El Gobierno colombiano ordena cerrar la mina de carbón accidentada

Publicado:
El Gobierno de Colombia ordenó cerrar la mina de carbón en la que este miércoles una explosión mató a 23 trabajadores. Los mineros locales afirman que los dueños de la explotación mineral a menudo no obedecen las normas de seguridad para ahorrar dinero.
El Gobierno colombiano ordena cerrar la mina de carbón accidentada

El Gobierno de Colombia ordenó cerrar la mina de carbón en la que este miércoles una explosión mató a 23 trabajadores. Los mineros locales afirman que los dueños de la explotación mineral a menudo no obedecen las normas de seguridad para ahorrar dinero.

Por el momento se desconocen el número de personas que habrían quedado atrapadas en el pozo La Preciosa, donde otros seis operarios resultaron heridos.

Al parecer el yacimiento, localizado en el departamento Norte de Santander, no cumplía con los requisitos necesarios.

Al mismo tiempo miles de familias sobreviven gracias a este sector pero esta labor, que forma gran parte de la economía del país, corre el riesgo de caer en manos de grandes compañías extranjeras.

Fabio Poloche, un minero artesanal, vive y trabaja en la cuenca del río Bugalagrande, un lugar como los que sólo existen en cuatro países en el mundo: el norte del Perú, Ecuador, Venezuela y Colombia.

Ejerce su oficio desde hace 23 años. Comercia el poco oro que obtiene los 6 o 7 días a la semana, para darle el sustento a su familia. Pero la zona ahora esta siendo ocupada por grandes compañías mineras y figura en los planes de explotación de empresas multinacionales, lo que preocupa a los pequeños trabajadores.

“Mientras que un barequero se lava un metro cúbico de material por día, una máquina se lava 4 a 5 metros por minuto. Una maquinaria en un día puede avanzar una cuadra. O sea, ya no hay reversa, no se vuelven a recuperar”, comenta Poloche a RT.

La pequeña minería siempre ha estado vinculada a la economía del país, es una realidad social innegable que de ella sobreviven miles de familias de manera directa. Los impuestos y las compensaciones financieras pagadas por la industria minera al Estado, regresaba a las comunidades de origen durante buena parte del siglo XX, pero desde comienzos de los años noventa, el Banco Mundial dio gran impulso a la 'megaminería' para responder a la demanda de las transnacionales, y Colombia asumió las recomendaciones señaladas.

“Lo primero que sucedió con las reformas de la década de los noventa fue que sacaron al Estado del negocio minero propiamente dicho, a pesar de que es un negocio fabuloso. Como si fuera poco, establecieron que sería una minería de trasnacionales, de grandes monopolios, gran minería, la llaman ellos. Y al abandono absoluto a los pequeños y mineros que no tengan origen en monopolios y trasnacionales”, explica el Senador, Jorge Robledo.

En Colombia se anuncian exploraciones y explotaciones a lo largo y ancho del país. Anglogold Asanthi y Greystar, entre otras multinacionales, preparan el terreno y tienen proyectos mineros en más de 300 municipios.

“Una empresa minera que genera recursos anuales por cientos de millones de dólares, tiene recursos de sobra para comprar, corromper, cooptar, pagar publicidad, comprar la prensa, los jueces, las universidades, todo, ayudar a políticos amigos, generando una profunda división en la sociedad. Y los pocos que tienen trabajo no pueden arriesgarse a perderlo, entonces, están amordazados”, agrega Esteban Jiménez, representante de una fundación protectora del medio ambiente.

Además, la esta actividad a gran escala, junto a la química y los hidrocarburos, son las industrias más contaminantes del planeta. La extracción de un gramo de oro en alta montaña requiere 1.000 litros de agua por segundo. Eso quiere decir que en un día de labor se usa la misma cantidad de agua que necesita en un día una ciudad de 600.000 habitantes. La explotación de oro también utiliza elementos tóxicos de altísimo peligro para la vida, como el mercurio y el cianuro y libera arsénico. Realizadas a cielo abierto estas actividades contaminan las fuentes de agua y los ríos, generan lluvias y drenajes ácidos.

“Las transnacionales vienen a Colombia a saquear de manera inmisericorde nuestros recursos naturales y a maltratar nuestro medio ambiente, y a nuestros trabajadores y nuestro sistema tributario, en actitudes que por supuesto no pueden aplicar en sus países de origen”, indica Robledo.

Pero el problema resulta ser más complicado. A veces las autoridades justifican el cierre de minas como medida para combatir el crimen organizado en su territorio.

“Es bueno que el país sepa y que cada vez que la policía, el ejército y las autoridades incauten una mina ilegal, no es como muchas veces se quiere presentar, que a los pobres mineros ilegales les están quitando su sustento. Le estamos quitando la fuente de financiación a las FARC y a los grupos criminales”, dijo por su parte el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

Aunque la impunidad con la que operan las multinacionales contraviene la legislación vigente, explotando zonas vedadas y con técnicas prohibidas, contrasta con la criminalización de la minería en menor escala. Algunas comunidades empiezan a organizarse y a expresar sus preocupaciones. Algo importante frente a una industria cuyas regalías ni siquiera alcanzan para cubrir los daños ambientales y sociales que ocasiona.

RT en Español en vivo - TELEVISIÓN GRATIS 24/7