Túnez tendrá que elegir entre dos Ghanuchi
La amnistía de todos los condenados por causas políticas proclamada por el Gobierno interino de Túnez, presidido por Mohammed Ghanuchi, ha facilitado la vuelta al país de un exlíder del radicalismo islámico que pasó en el exilio casi 22 años de su vida: homónimo del primer ministro.
Rachid Ghanuchi, el carismático cofundador del islamista Movimiento al Renacimiento (An Nahda, en árabe), a quien le era prohibida la entrada en Estados Unidos y también en Egipto, aseguró este domingo antes de su salida de un aeropuerto londinense que desde los años 1980 haya cambiado de postura en favor de unos enfoques moderados. Ahora le queda bien la equidad de las mujeres con los hombres y la libertad de la expresión. Es más, a su juicio, “la charía es inoportuna” en el suelo tunecino.
En el aeropuerto capitalino de Túnez al repatriado fue recibido por más de un millar de sus partidarios. Al mismo tiempo un grupo reducido de los defensores del Estado laico apareció desplegando una pancarta que clamaba: "¡No al islamismo, no a la teocracia, no a la charía, no a la tontería!"
La agencia informativa EFE acudió con pretexto de este regreso contradictorio a la consulta de un abogado islámico Samir Dilou, integrante de la misma fuerza política. Él aseguró que “las prioridades de An Nahda son ahora reorganizar nuevas estructuras y repartir las responsabilidades entre los dirigentes”. “Después de años exiliados o pasados en prisión muchos estamos cansados y vamos a dejar paso a caras nuevas, más jóvenes y dinámicas, que centren sus actividades en la ayuda social y el desarrollo local”, agregó Dilou.
El otro Ghanuchi no es tan joven como quisieran sus partidarios: en próximo junio cumplirá sus 70º aniversario. Sin embargo, el propio político de temple londinense declaró su deseo de participar en las elecciones parlamentarias y presentarse para las presidenciales. Aunque el jefe vigente del Gobierno provisional, Mohammed Ghanuchi, se comprometió a no proponer su candidatura para los próximos comicios, en el sentido de opción por uno u otro curso político los tunecinos, a partir de este momento, se verán obligados a elegir entre los dos Ghanuchis.