Según un informe del Instituto de Política Migratoria estadounidense (MIP), el programa 287g de la administración de Obama se aplica de forma incoherente y se ensaña con los indocumentados.
Este programa, aprobado por el Congreso en 1996, autorizó al Departamento de Justicia -que entonces tenía bajo su mando al Servicio de Inmigración- a hacer acuerdos con las policías locales para que se detenga a los inmigrantes indocumentados.
El 287g estuvo 'dormido' hasta 2003, cuando el entonces Fiscal General lo activó como parte de las medidas de seguridad, en respuesta al ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001.
Entre otras cosas, el informe del MIP destacó, basándose en el análisis de la aplicación del 287g en siete de las 72 áreas nacionales que participan en el programa, que las autoridades en el sureste estadounidense, por ejemplo, están procesando a todo indocumentado para su eventual deportación, independientemente de la gravedad de su delito.
Para el MIP, las diferencias en la aplicación del programa en distintos estados del país se debe a la situación política en cada zona, y sobre todo, de los distritos con mayor cantidad o fuerte aumento del número de inmigrantes, informa EFE.
Ante la oleada de críticas que generó el 287g, el MIP recomienda que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), a cargo del programa, rompa los contratos con aquellas jurisdicciones donde surjan pruebas de discriminación racial o de otras violaciones a los derechos civiles.