La tasa de suicidios entre los soldados estadounidenses alarma al Pentágono

Por segundo año consecutivo el Ejército de EE. UU. ha perdido más soldados por suicidio que por combates en Irak y Afganistán. Los últimos datos dados a conocer por el Pentágono revelan un aumento alarmante de muertes por suicidio en 2010: se registraron 434 suicidios entre el personal en servici

Por segundo año consecutivo el Ejército de EE. UU. ha perdido más soldados por suicidio que por combates en Irak y Afganistán. Los últimos datos dados a conocer por el Pentágono revelan un aumento alarmante de muertes por suicidio en 2010: se registraron 434 suicidios entre el personal en servicio activo, superando a los 381 casos de 2009.

Estas cifras, sin embargo, dejan fuera algunas categorías de soldados. Según señala el sitio web Congress.org, dedicado a fomentar la participación cívica, la contabilidad de los decesos es incierta. Por ejemplo, los suicidios de los veteranos que dejaron el servicio militar después de haber combatido en Irak y Afganistán no son contados por el Departamento de Defensa. Lo que sí se sabe es que entre los años 2005 y 2009 se han suicidado más de 1.100 soldados estadounidenses, según una investigación del Pentágono.

Según informó el número dos del Estado Mayor del Ejército, Peter Chiarelli, los uniformados más afectados son los miembros de la Guardia Nacional y los reservistas que participaron en las campañas invasoras en Irak y Afganistán, que no cuentan con el mismo apoyo por parte del Estado que las tropas en servicio activo.

Uno de cada cinco soldados sufre depresión

La tasa de suicidio en el Ejército estadounidense, que se disparó a más del doble en la última década, es un indicio claro de la tensión que afronta el personal militar después de las invasiones.

¿Qué es lo que lleva a los soldados a acabar con su vida? Los psicólogos afirman que los traumas físicos y psicológicos que sufren los soldados durante las invasiones militares son difíciles de sobrellevar en la vida cotidiana. Largas misiones en el extranjero, desplazamientos, conflictos de pareja y familiares, pérdida de empleos, abuso de drogas y alcohol, y el denominado síndrome postraumático son algunas de las consecuencias de la guerra que para algunos resultan incompatibles con la vida.

Según los expertos, las misiones sucesivas en Oriente Medio afectan más a los uniformados estadounidenses. Muchos de los militares norteamericanos son testigos de la muerte de sus compañeros en el campo de batalla, lo que también deja huellas indelebles. Un estudio del Ejército reveló que uno de cada cinco soldados norteamericanos sufre depresión y angustia.

Según datos publicados por el portal WikiLeaks, más de 100.000 soldados estadounidenses consumen pastillas antiestrés, y más de 40.000 marineros han tomado estupefacientes.

Los motivos principales "no pueden ser determinados"

La situación tan crítica alarma a los altos mandos de las fuerzas castrenses. Peter Chiarelli sostiene que "el Ejército mantiene su compromiso de mejorar el acceso a la instrucción, el cuidado de la salud y otros recursos para sus miembros".

En el año 2009 el Ejército de EE. UU. proporcionó una subvención de 17 millones de dólares a un grupo de investigadores para que buscaran medidas para frenar los múltiples suicidios que ocurren en las tropas estadounidenses. La investigación concluyó que los altos cargos militares estadounidenses se oponen a reconocer los problemas psicológicos que padecen sus subordinados. El general Raymond Carpenter consideró que cada caso es individual y la dispersión de los miles de soldados no permite detectar las causas principales de las muertes. "Hay numerosos factores, pero no podemos identificar que uno o dos de ellos sean los determinantes", dijo.