Los militares y policías brasileños ocuparon hoy, sin que se registraran enfrentamientos con narcotraficantes, nueve favelas ubicadas en el centro de Río de Janeiro. Las comunidades de los complejos de las favelas de Santa Teresa y São Carlos forman parte de la zona turística de la ciudad y están habitadas por unas 26.000 personas.
El masivo operativo comenzó en la madrugada de hoy y concluyó exitosamente en menos de dos horas. El Gobierno del Estado de Río de Janeiro lo planificó hace una semana y puso a disposición de los militares vehículos blindados y helicópteros. Más de 700 agentes de las unidades especiales de la policía y alrededor de 150 soldados de la Infantería de Marina se incorporaron a las maniobras para establecer el control sobre este territorio.
La policía lanzó fuegos artificiales y levantó banderas de la Fuerza Armada para avisar a los vecinos de que la operación había resultado exitosa. Se espera que a partir de ahora en la zona se instalen tres Unidades de Policía Pacificadora (UPP), que se sumarán a las 14 ya existentes en otras favelas.
Por el momento las favelas están siendo patrulladas por helicópteros blindados, fabricados especialmente para afrontar los frecuentes ataques de los narcos. Además, las fuerzas del orden también están vigilando las principales autopistas de Río de Janeiro por si los narcos intentan escaparse.
Según datos de la Secretaría de Seguridad Social de Río de Janeiro, el operativo de hoy fue preparado tomando como base la experiencia de noviembre pasado, cuando miles de agentes fuertemente armados y unos 800 oficiales del Ejército nacional fueron desplegados en el densamente poblado complejo de Alemão, centro neurálgico del tráfico de drogas. Fue la primera vez que las fuerzas del orden recurrieron a los recursos de las Fuerzas Armadas: tanques, numerosos vehículos blindados, helicópteros y municiones.
Según datos de las autoridades municipales, uno de los motivos de la maniobra de hoy ha sido la creciente actividad de los delincuentes en el centro de la ciudad. En las últimas semanas se han hecho más frecuentes los tiroteos entre los narcos y los agentes de seguridad. A fines de enero en uno de los enfrentamientos fue disparado un helicóptero de la compañía televisiva brasileña O Globo. El choque no dejó víctimas ni heridos.
Desde hace unos meses el Gobierno de la ciudad está llevando a cabo el plan para la "pacificación de las favelas", programa adoptado de cara al Mundial de 2014 y la Olimpiada de 2016 que se realizarán en la capital carioca. El objetivo es desalojar a los narcotraficantes de las favelas, que han estado controladas por los delincuentes durante largos años, garantizar la seguridad de los ciudadanos y ofrecer servicios básicos a las comunidades más pobres.