Tras el intercambio de los documentos de ratificación del START las divergencias entre las dos potencias no cesan.
Moscú insiste en la creación de un sistema antimisiles conjunto con la OTAN, porque de no ser así la colaboración en esa esfera podría perjudicar a Rusia, según ha declarado el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, en una rueda de prensa. Anteriormente el presidente Dmitri Medvédev propuso crear en Europa un sistema conjunto antimisiles, donde Rusia y la Alianza tendrían diferentes esferas de responsabilidad, mientras que la organización se empeña en que cada parte tenga sus propios sistemas.
A su vez Washington continúa el despliegue del escudo antimisiles en Europa, que según Moscú podría socavar sus fuerzas nucleares de disuasión.
Según el viceministro de Defensa ruso, Anatoli Antónov, el despliegue del escudo antimisiles estadounidense en Europa está dirigido contra los misiles rusos por lo que Rusia “va a estar ojo avizor” sobre la cumplimiento del Tratado START por la parte estadounidense.
“Si dentro del Sistema Antimisiles se detecta un aumento cualitativo o cuantitativo de potencialidades de EE. UU. o de EE. UU. con sus aliados atlánticos, entonces, en la situación creada se planteará una nueva opción para nosotros: si Rusia puede o no seguir cumpliendo las cláusulas del Tratado”, anunció el diplomático Riabkov, añadiendo que "se requerirán diferentes medidas de reacción a una posible situación nueva, incluidas las de carácter militar y técnico".
De este modo en el proceso de negociaciones sobre el nuevo START las divergencias entre ambos países en el ámbito de despliegue del escudo antimisiles norteamericano en Europa se han presentado con mayor evidencia.
“EE. UU. están seguros de que estos sistemas no presentan ahora y en el futuro ninguna amenaza para la paridad estratégica con Rusia, y el avance en su despliegue no justifica la salida de Moscú del Tratado de desarme nuclear”, destacó Riabkov añadiendo porque ésta cuestión es tan importante para Rusia. “Lo que sucede es que los arsenales tácticos nucleares de EE. UU. se encuentran en países cercanos a nuestras fronteras, cuyas características militares y posibilidades técnicas presentan una amenaza estratégica para nuestro país. Además se trata de una amenaza unilateral porque por nuestra parte hemos quitado todo nuestro armamento nuclear de territorios extranjeros y hasta de nuestras zonas militares propias”.
El jefe adjunto del Ministerio del Exterior afirmó que Moscú también insiste en la participación en las negociaciones sobre el desarme nuclear de todos los países que lo poseen. “Insistimos en que no se pueden llevar negociaciones y realizar el desarme sólo entre Moscú y Washington. En una etapa determinada al proceso deberán unirse otras potencias nucleares”.
Recordemos que hace pocos días en la ciudad alemana de Múnich ha entrado en vigor el nuevo tratado START firmado anteriormente por los presidentes Dmitri Medvédev y Barak Obama. El convenio prevé una reducción sustancial en los próximos 7 años de los arsenales nucleares estratégicos de Rusia y Estados Unidos en casi un tercio.