Estados Unidos destinará unos 200 millones de dólares para luchar contra el tráfico de drogas en Centroamérica. El anuncio se dio a conocer este jueves en la capital de Honduras, donde el subsecretario adjunto antinarcóticos de Estados Unidos, William Brownfield, se reunió con el presidente Porfirio Lobo.
“Hablo yo de la posibilidad de hasta 200 millones de dólares, que el Gobierno de los Estados Unidos tiene disponibles para la región de América Central en coordinación con los gobiernos mismos, con los gobiernos de Colombia y México”, dijo Brownfield en rueda de prensa.
Esto podría “ser por lo menos nuestra semilla para iniciar y lanzar esta iniciativa”, agregó, campaña a la que también podrían sumarse entidades como la OEA, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros países.
Esta nueva iniciativa sería algo parecido al 'Plan Colombia', pero con “más y nuevos socios, más recursos, mejor colaboración y mejor cooperación en la región”.
La iniciativa que promueve Washington, no se limitará a los temas que afectan a la seguridad ciudadana como la droga ilícita, pandillas y organizaciones criminales, sino que también tratará temas como la democracia, respeto a los derechos humanos y administración de Justicia.
Con estos fondos se pretende detener la transportación de estupefacientes generalmente procedentes de Colombia, que pasan por la región para ser vendidas después en el territorio norteamericano. La iniciativa de Estados Unidos prevé incluir a los siete países centroamericanos y es similar a los planes antidrogas que ejecutan ya en Colombia y México.
Pero esta medida también ha contado con voces disonantes, como la del presidente de la organización El Camino Career Service, Francisco Acosta, quien afirma que la propuesta estadounidense de solo invertir dinero no basta para erradicar las raíces de un problema, tan severo como lo es el narcotráfico en esta parte del continente. Para dicha institución la prioridad en la lucha contra este asunto es reducir la demanda de la droga, la cual proviene en su mayoría desde el terriotiro norteamericano y es donde considera El Camino que se debe hacer una mayor fuerza que la realizada por las autoridades, no extrapolando la culpabilidad a las naciones productoras.