Italia tiene intención de enviar destacamentos militares a Túnez para bloquear el flujo de inmigrantes ilegales magrebíes, cuyo número, según las autoridades italianas, ascendió a más de 4.000 en las últimas 48 horas, por lo visto una consecuencia directa de la derogación del dictador tunecino Ben Alí el mes pasado tras una revolución popular.
El ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, anunció que había dirigido la correspondiente petición al Gobierno tunecino. Según el funcionario ministerial, el sistema de control de la inmigración en el país "se está desbordando", mientras que la Unión Europea "no está haciendo nada" contra el estallido de la inmigración ilegal, dejando "sólo" al Gobierno italiano ante la alerta decretada por la "emergencia humanitaria".
En la isla de Lampedusa, situada entre Túnez y Sicilia, que se considera la puerta de inmigración ilegal a Europa, se vive un verdadero asedio de indocumentados que no paran de llegar en pequeñas barcas de pesca. Tan sólo durante la noche del sábado 13 de febrero hasta sus costas llegaron 977 inmigrantes.
Los centros de acogida temporal para estos ciudadanos se están llenando con gran rapidez, muchos de los 'sin papeles' tienen que dormir a la intemperie. Otro problema en la isla es la insuficiencia de agua potable.
Las autoridades italianas solicitaron la convocatoria urgente del Consejo Europeo de Justicia e Interior, y ayuda al servicio fronterizo de la Unión Europea (FRONTEX) para abordar dicha situación de ‘emergencia’.
"Italia pide el despliegue inmediato de una misión del FRONTEX para las actividades de patrulla e interceptación, en la zona de las costas de Túnez para el control de los flujos migratorios… Pedimos que haya una respuesta inmediata por parte de la UE a la nueva situación creada, a la que Italia no puede hacer frente sola y que es de interés para Europa entera gestionar de manera eficaz y oportuna”, se dice en un comunicado de prensa del Ejecutivo italiano, comunica EFE.