Se ha suspendido el proceso de liberación del mayor de la Policía Guillermo Solórzano y del cabo del Ejército Salín Antonio Sanmiguel, los dos rehenes que todavía siguen en poder de las FARC, después de que sus cuatro compañeros fueran entregados a las autoridades colombianas a lo largo de la semana pasada.
El mandatario del país, Juan Manuel Santos, comunicó que las negociaciones acerca de futuras entregas de los capturados por las FARC a cambio de los guerrilleros presos se reanudarán solo cuando la guerrilla dé garantías firmes de cumplimiento de sus promesas. El presidente acentuó: "No queremos improvisar y tomaremos una decisión cuando estemos seguros, sólo cuando estemos seguros, de que la liberación pueda llevarse a cabo".
La liberación de Solórzano y Sanmiguel había sido programada para el 13 de febrero. Sin embargo, una vez en marcha la operación la misión humanitaria llegó al lugar que les había indicado las FARC, pero los rehenes no estaban allí. Santos subraya que la guerrilla comunicó coordenadas erróneas y que su propuesta de realizar "la entrega en un lugar que estaba fuera de las áreas previamente acordadas" llegó a última hora, "cuando ya no era posible" realizarlo.
El presidente subrayó que esto es "algo que ni el Gobierno ni el CICR podíamos aceptar" y acentuó que el cumplimiento de la palabra es de vital importancia.