Un grupo de veteranos del Ejército estadounidense que afirman haber sido víctimas de agresión sexual y maltrato decidieron acudir a la justicia federal y solicitarán que el Pentágono incluya "terceras partes" en las investigaciones de abusos sexuales en las Fuerzas Armadas para cambiar la manera de tratar estos casos.
La directora de la Red de Acción de Mujeres en Servicio (SWAN, por sus siglas en inglés), Anuradha Bhagwati, dijo a la prensa que la solicitud será presentada ante el Congreso de EE. UU. y explicó que las cifras oficiales muestran que menos de uno de cada cinco miembros del Ejército acusados de asalto y abuso sexual "pasan a los tribunales".
La petición, presentada por un grupo de doce mujeres y dos hombres, afirma que la mayoría de los acusados por delitos sexuales evita condenas durante su estadía en la institución armada.
SWAN dice que muchas veces los militares quedan impunes de los delitos de violación y otros abusos sexuales, y que con mucha frecuencia las víctimas reciben la orden de seguir sirviendo junto a quienes las atacaron.
En una demanda colectiva del grupo, expresan el deseo de que una tercera parte con objetividad se ocupe de este tema porque los propios comandantes muestran poco rigor e interés hacia el problema y no realizan un correcto proceso de investigación.
Las acusaciones van desde el abuso del lenguaje verbal obsceno a la violación en grupo. Entre los agresores que figuran en la demanda hay un investigador penal del Ejército y un comandante de la Guardia Nacional de esa misma fuerza.
En un incidente, una reservista describe como sus dos colegas varones la violaron en Irak y grabaron el ataque en vídeo.
Ella informó de la agresión a las autoridades después de que los atacantes divulgaran la grabación entre colegas. A pesar de que presentaba magulladuras de los hombros a los codos por la forma en la que la retuvieron, no hubo cargos porque el comandante determinó que ella "no actuaba como una víctima de violación" y "no luchó lo suficiente". Además, los efectivos implicados volvieron a Estados Unidos sin tener ningún problema con las autoridades.
La petición de SWAN exige responsabilidad al Ejército y que se desarrolle e implemente un plan para eliminar este comportamiento agresivo.
Por su parte, el Pentágono dijo que planea abrir una nueva línea de denuncias telefónicas por abusos sexuales en abril, según afirmó Cynthia Smith, una portavoz del Departamento de Defensa. Geoff Morrell, otro vocero del Pentágono, dijo en un comunicado que la agresión sexual es un problema social más amplio y que el secretario de Defensa, Robert Gates, trabaja para asegurarse de que las Fuerzas Armadas hagan todo lo posible para impedir y atender ese mal.
Suicidios y agresiones sexuales: plagas ocultas del Ejército estadounidense
Las agresiones sexuales se han convertido en un grave problema para el Ejército estadounidense. Las mujeres conforman un 15% del Ejército norteamericano y, de estas, una de cada tres que están en servicio militar sufre agresiones sexuales por parte de sus propios compañeros.
Según los datos de SWAN, en el año 2009 se registraron más de 3.000 denuncias por abuso sexual. Sin embargo, el 80% de las mujeres militares no suele denunciar la agresión por temor a las represalias, por lo que la cifra podría ser mucho mayor.
Al mismo tiempo, los comandantes no tienen el valor de reconocer que hubo una agresión y simplemente les dicen a estas mujeres que se las arreglen por su cuenta, haciéndolas sentir culpables.
"Los abusos sexuales son una plaga dentro del Ejército de EE. UU., donde prevalece un clima hostil de amenazas y abusos", subrayó SWAN en su demanda.
Otro problema grave es el incremento de suicidios en el cuerpo. En el año 2009 el número de suicidios aumentó hasta 160, lo que es un triste récord en la historia de las tropas.
Según los informes del Pentágono, la causa principal del incremento de los suicidios es la depresión de los soldados provocada por la tensión, la cual está relacionada con las operaciones militares en Oriente Medio, que duran ya muchos años.