Asesinatos de mujeres, una lacra social que se propaga por Argentina
La sociedad argentina se ha visto sacudida por el alarmante aumento de homicidios de mujeres en los últimos meses. En lo que va del año, cuatro mujeres han sido asesinadas por sus parejas, y solo son los casos que han salido a la luz y han sido publicados por los medios. Las repetitivas muertes de mujeres a mano de sus parejas hacen hablar de uxoricidio no como una expresión hipotética, sino como algo real y palpable apoyado con datos estadísticos.
El caso más reciente que se ha hecho público en Argentina tuvo lugar el 18 de febrero, cuando una mujer de 42 años resultó gravemente herida tras una discusión con su cónyuge, que la envolvió en un colchón y luego le prendió fuego. Según la policía, el incidente ocurrió por una cuestión de celos: la mujer estaba conversando con un hombre cuando llegó su pareja y se 'molestó' por la situación. El agresor fue detenido y acusado de intento de homicidio, mientras que la mujer permanece internada en un hospital.
Unos días antes una mujer de 41 años falleció en un hospital de la provincia de Chaco por graves quemaduras sufridas en una pelea con su exmarido. El hombre, del que se separó hace cuatro años, le tiró un líquido inflamable y le prendió fuego.
El 3 de febrero pasado ocurrió un caso parecido: una mujer de 32 años murió a causa de las quemaduras que le provocó su pareja al rociarla con alcohol y quemarla. En el mes de enero dos mujeres perdieron la vida por lesiones y quemaduras provocadas por sus parejas.
Más de 250 asesinatos por año
Según los datos de la Oficina de Violencia Doméstica, dependiente de la Corte Suprema de Justicia argentina, las denuncias vinculadas con la violencia de género han crecido un 75% en los últimos 2 años, pasando de 375 en enero de 2009 a 657 el mes pasado. En el 78% de los casos, las víctimas son mujeres. Los datos parecen aún más escalofriantes si tomamos en cuenta que el 18% de las afectadas son niñas menores de 18 años. La mayoría de las víctimas fallecen apuñaladas, disparadas o golpeadas. Entre las técnicas de tortura preferidas por los homicidas destaca también el asesinato por incineración: en los últimos 12 meses al menos 14 mujeres han muerto tras ser quemadas por sus compañeros.
De acuerdo con la organización La Casa del Encuentro, que asiste a mujeres víctimas de la violencia, el año pasado se registraron en Argentina 260 asesinatos de mujeres, un 12,5% más que en 2009, lo que pone en evidencia la gravedad de la violencia doméstica ejercida en este país.
14.000 afectados en 2 años
La Corte Suprema de Argentina analizó las denuncias de violencia doméstica desde septiembre de 2008 hasta junio de 2010 y reveló que en estos años se han registrado más de 14.000 casos de maltrato de todo tipo. De ellos, más de 11.000 fueron de mujeres. En este tiempo, alrededor de 9.000 hombres han sido acusados por realizar algún tipo de violencia doméstica.
Muchos de los homicidas no son denunciados y quedan en libertad
"Los femicidios cometidos en su mayoría por parejas o exparejas de las víctimas no han parado de crecer y permanecen impunes", denunció el informe de la Casa del Encuentro. La entidad informa de que todos los cálculos estadísticos empalidecen frente a la realidad: la violencia doméstica es un fenómeno que afecta a la intimidad de la familia, y muchos sienten vergüenza y miedo de denunciar estos hechos. Además, durante los procesos por los casos que llegan a salir a la luz, los jueces toman como atenuante para los agresores el término de 'crimen pasional', lo que deja a los criminales lejos de un castigo contundente.
Ley contra la Violencia de Género
El aumento de muertes de mujeres a consecuencia de la violencia de género y la violencia doméstica ha disparado los reclamos de justicia y el llamamiento a las autoridades para atajar este problema.
En julio pasado la presidenta argentina, Cristina Kirchner, reglamentó la Ley contra la Violencia de Género. La normativa protege no solo de la violencia física, sino también de la psicológica, sexual y económica, tanto en el ámbito familiar como en el institucional, laboral o mediático. Es decir, la ley busca el trato igualitario para las mujeres. Cuando la normativa entraba en vigor, la mandataria se puso como ejemplo del desprecio verbal que afrontan las mujeres que ocupan cargos de poder y dijo que habría que cambiar esta situación. Sin embargo, los casos que se conocen diariamente y los datos oficiales demuestran que el problema está aún lejos de resolverse.