En el estado americano de Wisconsin continúan por sexto día consecutivo las protestas contra el proyecto de ley presupuestario que reduce los derechos sindicales. En ellas participan decenas de miles de personas.
El sábado 19 de febrero en Madison, capital del estado, frente a la asamblea legislativa local se reunieron unos 70.000 empleados, mientras que el domingo, a pesar del mal tiempo, fueron unos 25.000, según comunican las autoridades locales.
Entre los participantes más activos de las protestas, figuran los profesores y estudiantes, que se manifiestan en contra del proyecto legislativo propuesto por el nuevo gobernador republicano Scott Walter. Este proyecto requiere que los funcionarios del Estado paguen una cuota mayor de su seguro médico y de sus fondos de pensiones, y elimina los convenios colectivos con los empleados públicos. Walter argumenta que esta medida es necesaria para equilibrar las cuentas del Estado, muy perjudicadas casi en todo el país debido a la crisis económica.
Mientras tanto, según los manifestantes, la entrada en vigor de dicha normativa permitiría materializar los planes de las autoridades para reducir los gastos en la esfera presupuestaria, lo que conllevará a despidos masivos.
“Si los sindicatos de los funcionarios públicos pierden los derechos de negociaciones con los empleadores, entonces, los siguientes seremos nosotros, los empleados del sector privado”, explicó el representante del sindicato de taxistas John McNamara. “Además, si los salarios de los primeros se reducen, eso nos influirá a nosotros, porque precisamente ellos son nuestros clientes permanentes”.
Los participantes de la protesta exigen la dimisión del gobernador y anuncian que no abandonarán el centro de la ciudad hasta que no se cumplan sus demandas.
Al mismo tiempo, los partidarios de Walter anuncian que esta medida es necesaria con el fin del saneamiento de la economía, que en la actualidad requiere un control más grande sobre el gasto de los medios presupuestarios. Los republicanos de Wisconsin están seguros de que su ejemplo debe tomarse a la escala nacional.
Los gobernadores de otros estados, cuyos presupuestos también sufren un enorme déficit, siguen atentamente la evolución de los acontecimientos en Wisconsin.