Con el uso de la aviación y la artillería, la confrontación entre las autoridades y el pueblo libios está adquiriendo características de operación militar. Las acciones de protesta se están expandiendo rápidamente por nuevas regiones del país, mientras que las fuerzas de seguridad empiezan a usar métodos más drásticos y despiadados, con el fin de dispersar a los manifestantes.
Las protestas, que reclaman el fin del régimen de Gaddafi (en el poder desde 1969), empezaron en Libia el 15 de febrero, apoderándose de ciudades importantes como Bengasi y El Baida. El 20 de febrero, las manifestaciones antigubernamentales llegaron a la capital, Trípoli.
Del país magrebí, sumergido en el caos, llegan noticias contradictorias sobre la cantidad de víctimas en el curso de los enfrentamientos. Si las fuentes oficiales informan sobre 'tan sólo' 84 fallecidos, la oposición habla de centenares de muertos y miles de heridos. Mientras tanto, la cadena catarí Al Jazeera comunica que al menos 250 personas murieron este lunes en Trípoli, a raíz de los bombardeos del Ejército del Aire libio contra los manifestantes.
Aunque testigos oculares confirman que los bombardeos indiscriminados están sometiendo incluso a las barriadas apacibles de Trípoli donde ni siquiera han surgido manifestaciones, según la televisión estatal, el hijo del jefe de Estado, Seif el Islam, ha afirmado que esos aviones militares lanzaron cohetes contra depósitos de armas situados lejos de las zonas urbanas y negó que hayan arrojado bombas sobre la población.
Sobre el telón de esta información alarmante, el líder del país, Muammar Gaddafi, ha interrumpido su silencio semanal, interviniendo con una breve declaración (de 22 segundos), en la que alegó que la información sobre su fuga del país a Venezuela es totalmente errónea y falsa.
La situación en Trípoli
En Trípoli, además de los enfrentamientos de partidarios y adversarios de Gadafi, actúan numerosas bandas de saqueadores. También se comunica que cerca de la Embajada de Egipto estalló un automóvil minado y los empleados de la misión diplomática han sido bloqueados en el edificio.
Debido a la incapacidad de controlar la situación en el país, el comandante supremo de las fuerzas armadas de Libia, Abu Bakr Yunis Jaber, ha sido puesto bajo arresto domiciliario.
Una situación agitada se está formando en la frontera libio-egipcia, ya que los militares que la vigilaban dejaron sus puestos. Al mismo tiempo, los libios intentan huir de su país. Túnez ha declarado su disposición de albergar a los refugiados temporalmente. También se ha comunicado que Egipto ha instalado campamentos especiales para recibir a sus vecinos.
La reacción internacional
Muchos estados extranjeros ya han anunciado la evacuación, plena o parcial, de sus ciudadanos.
Rusia ha anunciado su disposición para la evacuación de sus 500 ciudadanos que se encuentran en este país, mediante el uso de cuatro aviones del Ministerio de Situaciones de Emergencia. Las autoridades rusas han expresado su llamamiento a la parte libia "para la resolución pacífica de los problemas existentes, a través de un amplio y responsable diálogo nacional. En todo caso, la violencia debe ser prohibida", dice el comunicado del Ministerio de Exteriores ruso.
La comunidad internacional está indignada con la violencia que tiene lugar en el país africano. Las críticas hacia las acciones de las autoridades libias ya fueron expresadas por la Unión Europea, EE. UU. y la ONU.
El Secretario General de la Liga de Estados Árabes, Amr Moussa, ha llamado al gobierno de todos los países árabes a tomar conciencia de que la demanda de cambios por parte del pueblo es legítima.
Además, debido a los mensajes recibidos desde Libia, 70 organizaciones de defensa de derechos se han dirigido inmediatamente al Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU, con el llamamiento de ‘hacer algo’ para cesar la "ferocidad de las autoridades libias respecto a su propio pueblo".
El Consejo de Seguridad de la ONU celebrará mañana una reunión especial para abordar la situación de crisis que atraviesa Libia, a petición del embajador adjunto de Libia ante la ONU, Ibrahim Dabbashi, informó hoy el organismo internacional. Dabbashi señaló en sus declaraciones que el gobernante libio debe "dejar el poder lo antes posible" y la comunidad internacional debe "evitar que se refugie en otro país".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó hoy su preocupación por el rápido deterioro de la situación del país magrebí y pidió a Gaddafi el cese inmediato de la violencia y el respeto de los derechos humanos del pueblo libio.