Accidentes de tránsito, una de las mayores causas de muerte en Argentina

Diariamente, 21 personas murieron durante 2010 en accidentes de tránsito en Argentina. Según la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), este país cuenta con la mayor cantidad de víctimas de tráfico en toda Latinoamérica.

Los jóvenes conductores son quienes más rompen las normas y dañan a la gente con su negligencia. Así fue  el caso del matrimonio Sedano-Perrone, que sufrió por la irresponsabilidad de otro. El 1 de mayo de 2002, un joven conductor que iba a excesiva velocidad pasó el semáforo en rojo, e impactó contra Kevin, uno de los tres hijos del matrimonio, cuando éste cruzaba una avenida muy cerca de su casa.

Al comprobar que las heridas provocadas sobre Kevin eran gravísimas, el conductor huyó del lugar. Kevin “cruzó con el semáforo a su favor. Y viene conduciendo un auto Eduardo Sukiassian, quien lo atropella. Frena a la cuadra. En el auto había dos personas más, dos jóvenes más. Uno baja, cuando ve a mi hijo agonizando vuelve al auto y se escapan. (...) A partir de ahí mi hijo agonizó durante una semana”, lamenta Viviana Perrone, madre de Kevin y presidenta de la asociación 'Madres del dolor'.

La muerte del adolescente sumió a sus familiares en tal dolor, que una semana antes de comenzar el juicio contra el automovilista, el padre de Kevin murió de un infarto. Toda la familia fue destruida por la infracción de tránsito de un conductor negligente.

Éste no es un caso aislado. Según la OEI y diferentes entidades viales, Argentina tiene el mayor número de muertes por accidentes de tránsito en toda Latinoamérica: 27 por cada 100.000 habitantes, casi un fallecimiento por hora.

Los expertos del país reconocen que los conductores locales respetan muy poco las normas de circulación: “lamentablemente, la falta de respeto es algo constante y se ve tanto respecto de la señalización vial como hacia los peatones en los cruces de las esquinas (...) no respetan ni siquiera los sentidos de circulación en las calles. Se transita muchísimo de contramano. (...) El conductor argentino es muy difícil de corregir porque no se siente controlado”, se queja Hernán de Jorge, representante del Centro de Experimentación y Seguridad Vial CESVI.

En efecto, en la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, hasta el año pasado, el cruce de un semáforo en rojo era apenas una infracción leve. Hoy se considera una falta grave y la policía puede retener la licencia de conducir al infractor, que deberá pagar una multa que oscila entre los 50 y los 1.500 dólares.

Muchos analistas destacan los avances que se han registrado en otros países de la región en cuanto a la seguridad vial, y que no se aplican siempre en Argentina :“en otros países, como por ejemplo en Chile, el respeto de la velocidad máxima es tenido en cuenta en todo momento. De hecho, si ellos tienen que cruzar una vía de tren o si llegan a una intersección y ven un cartel de 'Pare', en Chile se para. (...) En el caso de Uruguay (...) el respeto al peatón, el cruce del peatón en la esquina es sumamente importante”, agrega de Jorge.

Argentina ostenta uno de los índices más altos de mortalidad producida por accidentes de tránsito. El año pasado, 7.659 personas fallecieron en el hecho o como consecuencia de él, según los datos de la Asociación Civil 'Luchemos por la Vida', superando las causas de muerte por cáncer, sida u otras enfermedades. Mientras, en 2009, la cifra fatal fue de 7.885 muertos, unos 120.000 heridos de distinto grado y miles de discapacitados.