El hijo menor del líder libio Muammar Gaddafi, Saif al-Arab, según ha informado el canal iraní PressTV, se ha unido a los manifestantes, que continúan exigiendo la renuncia de su padre.
Saif había sido enviado para cooperar con las fuerzas de seguridad del país, pero decidió cambiarse de bando y unirse a los opositores en la ciudad de Bengasi. Saif, por su parte reconoció, que su padre piensa suicidarse o esconderse en América Latina, en caso de que finalmente no logre mantenerse en el poder.
Según los participantes de las protestas, es muy probable que el hijo menor de Gaddafi cuente con el apoyo de una buena parte de las fuerzas armadas, que ya se unieron a la oposición para declararse libres de las órdenes de Gaddafi de atacar a la población civil.
Mientras tanto, la situación en el país, cada momento que pasa se asemeja más a una guerra civil. Las fuerzas rebeldes, que ya controlan la parte oriental del territorio libio, avanzan poco a poco hacia el oeste. Muchos expertos afirman, que es muy probable que al régimen de Gaddafi no le quede mucho tiempo, ya que tiene bastantes recursos, pero solo para controlar la capital, Trípoli.
Al mismo tiempo, los líderes mundiales expresan sus opiniones sobre la situación y son muy diversas. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, escribió en su Twitter: “Vamos Canciller Nicolás: dales otra lección a esa ultraderecha pitiyanqui! Viva Libia y su Independencia! Kadafi enfrenta una guerra civil!!”
Esta exclamación apareció inmediatamente tras el discurso del Canciller del país, Nicolás Maduro, quien declaró que es EE. UU. quien está detrás de los disturbios, y que los norteamericanos están preparando de esta forma el terreno para que haya una intervención en Libia, cuya única finalidad sería apoderarse del crudo de este país africano.
Sin embargo EE. UU. niega cualquier participación en la organización de los disturbios en Oriente Medio y el norte de África, según declaró el portavoz del Departamento del Estado del país, Philip Crowley.
A su vez, el presidente norteamericano, Barack Obama, expresó su opinión respecto a los acontecimientos en Libia, diciendo que a EE. UU. no solo se preocupa por la situación, sino que tiene intención de llevar a cabo consultas con sus aliados sobre la situación actual. Obama manifestó que Libia debe enfrentar una transición pacífica a la democracia, algo que ya sucedió en Egipto y Túnez.
El Ministro de Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle, denominó al líder libio como un dictador y dijo: “Con todo mi corazón deseo que estos días sean los últimos del gobierno de Gaddafi”.
El ministro de Defensa de Francia, Alain Juppé, comentó, que condena el uso de armamento pesado contra la población, por parte de los partidarios de Gaddafi; su país apoyó la idea de endurecer las sanciones contra Libia.
Por el momento, según distintas fuentes, como resultado de los enfrentamientos en Libia, han muerto aproximadamente un millar de personas. A su vez, Muammar Gaddafi se niega a dejar el poder, asegurando que seguirá “combatiendo hasta que le quede una última gota de sangre”.