La comunidad internacional está preocupada por la situación en Libia
El sábado diferentes medios de comunicación informaron sobre la represión contra los manifestantes en distintas ciudades libias. En la capital, Trípoli, varias personas fueron abatidas por las fuerzas armadas de Gaddafi.
No hay datos concretos sobre las víctimas de la confrontación iniciada el pasado 15 de febrero. Según diferentes fuentes, de 600 a 2.000 personas han muerto y alrededor de 4.000 han resultado heridas durante los disturbios.
Numerosos países están evacuando a sus ciudadanos de Libia y cerrando sus misiones diplomáticas en el país, mientras que en las fronteras con Egipto y Túnez se van acumulando los refugiados que están tratando de abandonar el país.
La comunidad internacional está preocupada por la situación en el Estado norteafricano y ya se están imponiendo y discutiendo sanciones contra el régimen de Gaddafi. El viernes EE. UU. impuso sanciones unilaterales congelando los activos del líder de Libia, de sus familiares y de sus aliados, y cancelando la venta de armas a este país, que estaba en estudio anteriormente.
El Consejo de Seguridad de la ONU podría aprobar en las próximas horas un nuevo proyecto de resolución sobre Libia, presentado por Francia y el Reino Unido, que actualmente incluye un punto que señala que los sucesos en los que se ha empleado armas contra la población civil deben ser estudiados en la Corte Penal Internacional, además de establecer sanciones como el congelamiento de cuentas y el embargo de armamentos. El Consejo de Seguridad de la ONU está buscando una manera de prevenir el futuro derramamiento de sangre de los civiles, condenado por el secretario general de la Organización, Ban Ki-moon.
Cada día Gaddafi va perdiendo apoyos. Muchos diplomáticos libios renunciaron a sus cargos en señal de protesta contra las violentas medidas de represión aplicadas contra los manifestantes.