Cientos de policías entraron en el capitolio estatal del estado de Wisconsin para unirse a 600 personas que se congregaron dentro del edificio en protesta contra una ley antisindical y fueron recibidos con aplausos.
De este modo, la policía de Wisconsin expresó su solidaridad con los sindicatos en vez de cumplir la orden del legislativo estatal de sacar a los manifestantes del capitolio.
Después de dos semanas de protestas a la propuesta del gobernador Scott Walker de negar a los sindicatos los derechos a la negociación colectiva de contratos laborales, unos 600 manifestantes entraron la noche pasada al edificio del legislativo de Wisconsin para permanecer allí el tiempo necesario para que sus demandas fuesen cumplidas, según ellos.
Cabe destacar que mucho está en juego, puesto que los legislativos de estados tales como Indiana, Ohio, Iowa e Idaho ya discuten propuestas similares a la de Wisconsin cuyo gobernador, el republicano Scott Walker, tiene previsto presentar este martes sus leyes de recortes a los trabajadores públicos en el legislativo estatal. Su propuesta fue aprobada por la Cámara baja, pero en el Senado fue boicoteada por los legisladores demócratas que salieron de la sala para impedir que se votara la iniciativa.
La legislación laboral de EE. UU. regula las relaciones de empresas privadas a nivel federal, pero delega las relaciones con empleados públicos a cada uno de los estados. El hecho posibilitó a Scott Walker, quien está al frente de su estado desde enero del 2011, el otorgar una amnistía fiscal a empresas multinacionales y estatales, medida que costó al fisco 170 millones de dólares.
Para compensar esta pérdida en recaudación de impuestos, Walker decidió suspender los derechos de negociación de todos los sindicatos de empleados públicos y doblar su importe de contribuciones al fondo de pensiones. La severa medida pone en tela de juicio la razón de ser de los sindicatos de trabajadores del sector público.
Según el gobernador, su plan está llamado a combatir el déficit de 3.600 millones de dólares. Para esto, el presupuesto que propone incluirá un recorte de aproximadamente mil millones de ayuda estatal a escuelas y gobiernos locales, entre otras medidas, como recortes al plan de ayuda médica a los pobres denominado Medicaid y el posible aumento de impuestos.
Las protestas contra esta medida comenzaron el 15 de febrero, día del inicio de una huelga, hasta alcanzar su apogeo el pasado sábado cuando más de 70.000 personas se reunieron cerca del capitolio en una protesta masiva.
"Muchos estados no tienen tratados laborales colectivos", dijo Walker este lunes y añadió: “Tenemos el derecho de hacerlo legalmente, cosa que estamos haciendo.”
Mientras tanto, los líderes sindicales han admitido un aumento de contribuciones al fondo de pensiones, pero muestran su total desacuerdo con la restricción de sus derechos de negociar acuerdos colectivos, un pilón de las reformas fiscales propuestas por el gobernador.