Este 5 de marzo, el Westminster College en Fulton (Misuri, EE. UU.), conmemora el inicio de la Guerra Fría: ofrece al público una serie de conferencias de historiadores y periodistas, tanto estadounidenses como británicos, dedicadas al tema. En el campo de la universidad instalarán un bajorrelieve de bronce de Winston Churchill.
Fue precisamente en el Westminster College donde empezó la Guerra Fría hace 65 años: el 5 de marzo de 1946, ya el ex primer ministro británico Winston Churchill pronunció aquí su legendario discurso de la "cortina de hierro".
En Fulton, Churchill llamó a crear “una asociación fraternal entre los pueblos angloparlantes”, subrayando que “las relaciones especiales entre el Reino Unido y EE. UU.” son el instrumento único capaz en “este momento histórico” de prevenir la guerra y resistir la tiranía. Apeló a que no se puede cerrar los ojos a que “las libertades que tienen los ciudadanos en EE. UU. y en el Imperio Británico no existen en un gran número de países, algunos de los cuales son muy fuertes”.
Prosiguió acentuando que “nadie sabe qué van a hacer en el futuro próximo la Rusia soviética y su organización internacional comunista, y si existen límites para su expansión”. Comunicó que “respeta y admira mucho al valiente pueblo ruso y su camarada de guerra, el mariscal Stalin”, pero no tardó mucho en introducir el término que identificó la URSS y el territorio de su influencia ideológica para los próximos 45 años: “De Szczecin en el Báltico hasta Trieste en el Adriático, a través de todo el continente, se extendió la cortina de hierro”. Acentuó, además, que lo que había visto durante la guerra le permite concluir que “no hay nada de que se admiren más nuestros amigos y aliados rusos que de la fuerza y no hay nada que respeten menos que la debilidad, la debilidad militar, en particular”. Así, argumentó que “la doctrina antigua de la balanza de las fuerzas” que había llevado a la Alianza a la victoria sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial ya no tiene bases.
El 14 de marzo en el periódico soviético Pravda apareció la respuesta de Iósif Stalin a Winston Churchill: “Cabe mencionar que desde este punto de vista el señor Churchill y sus amigos sorprendentemente se parecen mucho a Hitler y sus amigos. Hitler empezó a desatar la guerra, proclamando la teoría de razas y declarando que solo la gente que habla alemán es una nación de pleno valor. El señor Churchill también empieza a desatar una guerra al afirmar que solo las naciones que hablan inglés son de pleno valor, destinados a dirigir los destinos de todo el mundo”.
El conflicto entre las dos superpotencias, la "guerra" más larga del siglo XX, duró 45 años. Como fin oficial de la Guerra Fría algunos consideran a la fecha del 1 de julio de 1991, cuando dejó de existir el Pacto de Varsovia. Para otros, la última página se cerró cuando en mayo de 1992 Mijaíl Gorbachov, ya el expresidente de la URSS de aquel entonces, en el mismo Fulton pronunció otro discurso dedicado a las cuestiones de pacificación en todo el mundo.
Sea como fuere, Fulton entró en la historia de la humanidad: para unos es el punto de partida para la lucha por la Europa libre, sin una ideología de tiranía; para otros, es el origen de una guerra que habría podido desembocar en una catástrofe global.