Las autoridades de Serbia y Kosovo iniciaron el martes sus primeras conversaciones directas con la mediación de la Unión Europea (UE). Entre los temas de este diálogo figuran la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos a ambos lados de la frontera y el acercamiento de la región a los estándares de la UE.
En vísperas de las conversaciones apareció en varios medios la información de que el diálogo podría aplazarse durante algunos días, ya que la delegación kosovar esperaba la decisión oficial de su Gobierno que tenía que ratificar la autorización para las conversaciones.
La delegación serbia está encabezada por el jefe de la cancillería de Serbia, Borko Stefanovic, mientras que la viceprimer ministra kosovar, Edita Tahiri, representa a Kosovo. El diplomático europeo Robert Cooper figura como mediador y anfitrión de las negociaciones que se abren en Bruselas. Se planea que el diálogo continúe hasta el 9 de marzo. Algunos expertos opinan que estas conversaciones se realizan tras cierta presión por parte de la UE, ya que Serbia y Kosovo aspiran a entrar a formar parte de la organización.
Según informaron las fuentes de la UE, el diálogo se centrará en tres áreas: cooperación regional, libertad de movimientos y aplicación del Estado de derecho. Por ejemplo, se planea facilitar el trabajo de los comerciantes de las zonas fronterizas para que puedan operar en ambos territorios y dar a Kosovo el acceso a registros legales que se encuentran en territorio serbio. Sin embargo, la cuestión del estatus de Kosovo no está incluida en la agenda oficial del diálogo.
Las posiciones de las partes
Según las declaraciones oficiales de Belgrado, la tarea principal de Serbia es la ayuda a la comunidad serbia en Kosovo que por el momento supone entre un 5% y un 10% de la población de la región. “Trataremos de alcanzar acuerdos positivos para apoyar a los serbios en Kosovo, ya que ellos están en el centro de nuestros esfuerzos”, dijo Stefanovic en vísperas del diálogo, señalando que “no hay que esperar milagros de las negociaciones”. Además, Stefanovic lamentó que “en Serbia no haya consenso absoluto sobre el carácter y los objetivos de estas conversaciones”.
“En Bruselas discutiremos las cuestiones técnicas, sin tratar la independencia y la soberanía de Kosovo”, aseguró Edita Tahiri a la prensa kosovar. En la escena política de Kosovo hay opiniones encontradas sobre este diálogo: algunos partidos lo apoyan, mientras que varios movimientos radicales protestan contra estas conversaciones. El principal opositor a estas reuniones es el partido Vetëvendosje (autodeterminación), que se niega al establecimiento de cualquier contacto con Serbia antes de que el país reconozca la independencia de Kosovo.
Por el momento 22 de los 27 países de la UE reconocen la independencia de Kosovo, pero la tensión que persiste entre Serbia y Kosovo obstaculiza la integración de estos territorios en la UE. En los últimos tiempos muchos países, incluyendo a Rusia, exhortaron a Belgrado y Prístina a que comenzasen a negociar. El 1 de marzo el canciller ruso, Serguéi Lavrov, llamó una vez más a ambas partes a que mantuviesen conversaciones directas. Recordamos que Rusia no reconoce la independencia de Kosovo, cuyo Parlamento declaró la misma de forma unilateral en 2008.
Para saber más sobre la situación en Kosovo, vea el reportaje especial de RT