Barack Obama prolongó las sanciones unilaterales contra Irán. La decisión se dio a conocer en un comunicado dirigido por el presidente al Congreso de EE. UU.
La Casa Blanca explicó que la prolongación de las medidas se debe a las actividades del Gobierno iraní, que perjudican a los intereses norteamericanos en la región y “representan una gran amenaza a la seguridad nacional, la política exterior y la economía de EE. UU.”. “La crisis en las relaciones con Irán no ha sido superada”, aclara el comunicado.
En enero de 2010 el Senado de Estados Unidos aprobó un proyecto que endurece las sanciones introducidas en el año 1995 por la administración del ex presidente Bill Clinton. Se trata de las restricciones para inversiones financieras de las empresas estadounidenses en Irán y para el comercio directo entre los dos países. Sin embargo, existen excepciones para productos de alimentación y medicinas.
Las sanciones unilaterales de EE. UU. no son las únicas aplicadas para frenar el programa nuclear de Irán. En junio de 2010 el Consejo de Seguridad de la ONU también aprobó una nueva resolución que le prohíbe a Teherán fabricar misiles capaces de portar armas nucleares e invertir en la extracción de Uranio. Además se congelan las cuentas bancarias de decenas de organizaciones iraníes.