Solo el 31% de los estadounidenses opinan que su país está en el camino correcto, según una encuesta realizada por las agencias Ipsos Public Affairs y Reuters. Este índice perdió 7 puntos desde el sondeo similar del mes pasado, mientras que el 64% piensa que la Casa Blanca les conduce en un camino equivocado desde que Obama asumió el cargo en enero del 2009.
Los analíticos de Ipsos relacionaron la pérdida de popularidad de Barack Obama con el crecimiento de los precios de la gasolina, que caracterizó la tendencia principal del mercado interno de Estados Unidos en lo que va del año. El vicepresidente y director ejecutivo del sector público de Ipsos, Clifford Young, accedió a revelar que los decrecientes índices eran resultado directo de los importantes cambios en el mercado de la gasolina y el gas natural, cuyas tarifas han subido fuertemente en las últimas semanas como consecuencia de los disturbios en el norte de África y Oriente Medio. “Los precios de la gasolina específicamente son cosas que afectan el bolsillo de la gente y tienen un impacto inmediato”, explicó.
Tal correlación indica que mucha gente no se interesa por los aspectos propios de la política económica, social o exterior de Barack Obama, sino evalúa solo la repercusión que todo eso deja en su vida cotidiana. Y en las últimas dos semanas los precios minoristas del combustible más requerido en Estados Unidos subieron más del 10%, dejando en 3,52 dólares el galón (o $0,93 por litro), marcando así el segundo mayor aumento en dos semanas, y acercándose a la tasa crítica de un dólar por litro.
Aunque este encarecimiento se disparó por culpa de la violenta guerra civil en Libia, la misión de los sondeos es identificar la correlación entre un cambio en la popularidad en el curso político y los factores que afectan de hecho la opinión popular. Según considera Clifford Young, la nueva tendencia puede transformarse cuando se desplieguen las fuerzas, antes de la campaña electoral presidencial del 2012.
La aceptación de la actividad del gobierno de los demócratas en el campo de la lucha contra el desempleo bajó tan solo un 2%, pero esta cifra también marcó un cambio sustancial: los 51% de apoyo del mes pasado eran cierta mayoría, mientras que los 49% de hoy son una minoría. El mismo sondeo reveló un creciente número de los adversarios de la política presupuestaria del actual mandatario. Para colmo, el curso y los resultados de la declarada reforma del sistema de seguros médicos ilusionaron a pocos.
En un mes, informan los analíticos de Ipsos, la Casa Blanca perdió un 10% del apoyo de los encuestados que se identificaban como independientes, es decir no afiliados a ninguno de los dos principales partidos políticos. Para ellos, el curso de Obama en general ha sido erróneo.