Alerta máxima en las costas pacíficas de EE. UU. por el seísmo en Japón
El Centro de Alerta de Tsunami (CAT) estadounidense ha publicado un informe sobre la gravedad de aparición de maremotos por toda la costa pacífica del país, incluyendo el estado de California, Washington, Oregón e Islas Aleutianas de Alaska debido al seísmo que asoló Japón ayer sobre las 15:00 (hora local).
Las autoridades hicieron un llamamiento a los habitantes de varias zonas en el Pacífico, desde Hawái a Guam, para que intenten evitar los territorios costeros y permanezcan en las zonas elevadas.
Hasta ahora, las fuentes locales han informado de cuatro heridos y un desaparecido en la costa oeste de EE. UU. Se trata de cinco personas que decidieron acercarse para ver de primera mano el oleaje generado por el maremoto nipón: cuatro de los curiosos fueron rescatados por los equipos de salvamento en Oregón, mientras que uno aún continúa desaparecido.
Anteriormente el aviso fue emitido por el Servicio meteorológico nacional de EE. UU. (US National Weather Service) que se difundió en el estado de Hawái, al igual que Canadá, Australia, Nueva Zelanda, México y otros países.
En Hawái todas las sirenas de advertencia de tsunamis fueron activadas y varias zonas costeras tuvieron que ser evacuadas. Un oleaje de 46 centímetros de altura llegó a la Isla Wake en el Pacífico Norte, pero, según los expertos del CAT, no se debe excluir la posibilidad de olas más fuertes de, al menos de 1,8 metros de altura, en la zona.
Mientras tanto uno de los puntos más afectados por el tsunami ha sido la localidad de Crescent City (California), conocida por su vulnerabilidad a los maremotos. El puerto de la ciudad quedó destruido y numerosas embarcaciones, calles y carreteras fueron dañadas por el agua.
En una conferencia de prensa el presidente de EE. UU., Barack Obama, dijo: "Simplemente devastador", al referirse a la catástrofe y anunció que se mantiene en contacto con el primer ministro nipón, Naoto Kan, para trabajar conjuntamente en las operaciones de rescate.
Así, para brindar ayuda logística en las operaciones de rescate, ya se ha realizado el segundo envío de un portaaviones estadounidense a su vecino del Pacífico. Por su parte el Gobierno japonés ha solicitado a Washington la asistencia de personal militar estadounidense, estacionado en la isla de Okinawa.