Rusia envía dos equipos de emergencia a Japón

Dos días después de la catástrofe en Japón comienza a perfilarse su verdadera magnitud. Gran parte del país está prácticamente en ruinas. Además, las autoridades han declarado la situación de emergencia en una segunda central atómica, la de Onagawa. Por su parte Rusia, junto con otros casi 70 paí

Dos días después de la catástrofe en Japón comienza a perfilarse su verdadera magnitud. Gran parte del país está prácticamente en ruinas. Además, las autoridades han declarado la situación de emergencia en una segunda central atómica, la de Onagawa. Por su parte Rusia, junto con otros casi 70 países, ha enviado los equipos de especialistas para participar en las labores de rescate.

El Ministerio de Emergencias ha enviado a dos equipos, uno de Jabárovsk y otro de Moscú. Un avión IL-76, que despegó de Moscú, se dirige al país oriental con 50 especialistas, tres coches de emergencias y todo el equipamiento necesario. Del este de Rusia también despegó en dirección a Japón un helicóptero MI-26 con 25 socorristas y un coche de emergencias a bordo.

Es la primera vez en la historia en la que Rusia presta ayuda de este tipo a Japón. Los socorristas rusos tienen todo lo necesario para trabajar en el país nipón durante dos semanas. El jefe del Ministerio de Emergencias de Rusia, Serguéi Shoigú, informó al presidente ruso, Dmitri Medvédev, sobre la disposición del Ministerio a enviar más ayuda a Japón si el Gobierno nipón lo necesita. 

Previamente el viceprimer ministro ruso, Igor Sechin, en una reunión con el primer ministro, Vladímir Putin, había asegurado que Rusia estaba dispuesta a ofrecer un envío urgente de 150.000 toneladas de gas licuado y aumentar sustancialmente el suministro de carbón. Putin, a su vez, comentó la necesidad de  incrementar el suministro de hidrocarburos a la población japonesa, principalmente de gas licuado procedente del yacimiento energético Sajalín-2, “en caso de que se produzca esta solicitud” por parte del vecino oriental del Pacífico.

También han llegado a Japón equipos de socorristas de China, Alemania, Suiza, Estados Unidos y otros países.

Declaran la segunda emergencia nuclear en Japón y el Lejano Oriente de Rusia toma medidas preventivas contra una posible contaminación nuclear

Por otra parte, las autoridades japonesas han declarado el estado de emergencia en la planta nuclear de Onagawa tras haber detectado niveles excesivos de radiación. Es la segunda emergencia nuclear en Japón, donde este sábado pasado se produjo una explosión en las instalaciones de Fukushima. Este hecho preocupa en el Lejano Oriente de Rusia, donde se toman medidas preventivas contra una posible contaminación nuclear. Los servicios de seguridad aumentaron el control del nivel radiactivo en la zona y aunque los sistemas de medición señalan que los índices están por debajo del umbral permitido, la población está preocupada ante una posible amenaza sanitaria de este tipo.

El Lejano Oriente es la región rusa más cercana a Japón y aunque se encuentra a unos 1.000 kilómetros de Fukushima, en el Ministerio de Emergencias afirman que la probabilidad de contaminación nuclear es mínima.

Las poblaciones más afectadas, en situación crítica

Japón vive días negros tras el terremoto más destructor en su historia y el fuerte tsunami que devastó barrios enteros y se cobró las vidas de miles de personas.

De momento en la prefectura japonesa de Miyagi, que resultó la más afectada por las catástrofes naturales, no hay ni electricidad, ni gas, ni agua corriente. Falta comida, pero los testigos afirman que la población actúa de una manera organizada y no se han producido escenas de pánico, ni saqueos. A los compradores no les permiten entrar a las tiendas, con el fin de evitar los robos y distribuir la alimentación uniformemente. La gente que se quedó sin gas y electricidad pasa frío por las noches, ya que muchos evacuados tampoco disponen de ropa de abrigo.

Las gasolineras de la zona han sido divididas por la administración local en dos grupos. Un grupo abastece con el combustible sólo al transporte de los socorristas y los camiones con ayuda humanitaria. El resto de estaciones de servicio venden la gasolina a la población, con un máximo de 20 litros por coche. Según los testigos, se pueden pasar más de tres horas esperando en las colas de las gasolineras.