Mil soldados de Arabia Saudí entraron en Manama, la capital de Bahréin, para restablecer el orden en este país, que al igual que otros países árabes como Túnez, Egipto, Libia, Yemen, es azotado por disturbios desde hace un mes y se acerca peligrosamente a una guerra civil. No obstante, la oposición chií de Bahréin califica esta intervención militar como una ocupación extranjera.
La televisión estatal de Bahréin difundió imágenes que mostraban la llegada de tropas de la fuerza común de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), procedente de la vecina Arabia Saudí. Los soldados protegerán instalaciones petroleras e instituciones financieras.
El régimen saudí ha indicado que se trata de una respuesta "a una petición de apoyo" de la administración de Manama, y que Arabia Saudí intenta respaldar militarmente a la familia real en desacuerdo con la guardia real y el gobierno, contrarios al diálogo propuesto por el príncipe heredero.
Por su parte, la oposición de Bahréin dominada por el partido chií Al Wefaq, afirma que “cualquier presencia militar extranjera” será considerada como “una ocupación”. “El pueblo de Bahréin enfrenta un peligro real: el de una guerra contra los ciudadanos bahreiníes sin declaración de guerra”, destacaron el lunes en un comunicado los siete partidos opositores.
“Consideramos el ingreso de cualquier soldado y de cualquier vehículo militar a los espacios terrestre, aéreo o marítimo del reino de Bahréin como una ocupación flagrante, una conspiración contra el pueblo de Bahréin desarmado y una violación de los acuerdos y convenios internacionales”, agregó la oposición.
“Una intervención de este tipo estaría justificada en caso de una agresión exterior, que no es el actual caso, puesto que han venido para oprimir al pueblo”, aseguró el líder del grupo opositor Al Waad, Radhi Al-Mousavi.
El convoy militar saudí entró en Bahréin después de la escalada de protestas contra la dinastía suní de los Al Jalifa y varias sangrientas protestas. El domingo pasado los manifestantes chiíes fueron dispersados por la policía ante el distrito financiero de Bahréin, un centro bancario regional y archipiélago estratégico que aloja a la Vª Flota de Estados Unidos.
El lunes los manifestantes bloquearon los accesos al centro de la capital del país, que está casi paralizado por una huelga general convocada por los sindicatos para protestar contra la represión en las manifestaciones.
Mientras tanto, después de la llegada de los soldados saudíes, Emiratos Árabes Unidos anunció que va a enviar tropas a Bahréin para contribuir a "preservar el orden y la estabilidad" en esa nación vecina. “En respuesta a una solicitud de Bahréin, los Emiratos Árabes Unidos han enviado una fuerza con el fin de contribuir a preservar la seguridad y la estabilidad en este país”, ha anunciado el ministro de Asuntos Exteriores emiratí, Anouar Gargash.
Además de Arabia Saudí y de Bahréin, el Consejo de Cooperación del Golfo está formado por los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Omán y Kuwait. Según medios locales, otros países del CCG enviarían más tropas en los próximos días para sofocar la revuelta chií.