Tras la aprobación por parte del Consejo de Seguridad de la ONU de la introducción de una zona de exclusión aérea sobre Libia, la OTAN no tardó en convocar, para esta madrugada, una sesión extraordinaria para detallar las acciones.
Sin embargo, cuando varios países de la Alianza estaban detallando los planes de su participación militar en la operación contra las fuerzas de Gaddafi, y no ocultando que detrás de la frase “zona de exclusión aérea” está un ataque aéreo contra instalaciones militares del país, el gobierno de Libia declaró el cese el fuego y prometió respetar los derechos humanos de sus ciudadanos.
La sensacional declaración del hasta hace poco intransigente Gaddafi casi coincidió con una filtración de fuentes otanianas en Bruselas, donde acaba de terminar una reunión del Consejo de la OTAN a nivel de embajadores en la que los Estados de la alianza acordaron agilizar los preparativos para una operación militar en Libia, pero no tomaron una decisión definitiva acerca de la fecha de inicio de ésta.
Por ahora, según la agencia europea de control aéreo Eurocontrol, Libia cerró por completo su espacio aéreo hasta “nueva orden”. Eurocontrol, agencia que administra el tráfico aéreo europeo dijo que las autoridades maltesas le han comunicado que Trípoli "no acepta tráfico aéreo hasta nueva orden".
Entretanto, Francia ha puesto en tela de juicio la sinceridad de la decisión de Libia de obedecer a la resolución de la ONU, manifestó el portavoz de la cancillería francesa Bernard Valero.
“El régimen de Gaddafi se asustó. Independientemente de la aceptación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU por el Gobierno libio, la amenaza para los ciudadanos de este país se mantiene”, manifestó.
Por su parte, el primer ministro británico David Cameron, el más arduo partidario de una ingerencia militar contra el Gobierno de Gaddafi, prometió que el líder libio “será castigado no de palabra, sino de hechos”.
Una opinión contraria expresó el jefe del Comité para Asuntos Internacionales de la Cámara baja del Parlamento ruso, Konstantín Kosachev. “Los bombardeos no deben iniciarse hasta que entendamos qué significa tal declaración [de cese el fuego]. Hasta el día de hoy recibimos declaraciones totalmente contrarias tanto de Gaddafi como de personas de su círculo cercano”, dijo.