La oleada de disturbios que se extiende por el Norte de África y los países árabes llegó a Siria. Este viernes en tres ciudades del país tuvieron lugar manifestaciones antigubernamentales.
Las protestas más numerosas se produjeron en Deraa, cerca de la frontera con Jordania, país donde desde hace dos meses cada viernes se celebra el Día de la Ira. En la ciudad, ubicada a unos 160 kilómetros al sur de Damasco, miles de personas han salido hoy a las calles al grito de ”Dios, Siria, Libertad” y acusando a la familia del presidente Bashar al-Assad de corrupción.
Los choques violentos entre manifestantes antigubernamentales y fuerzas de seguridad en la ciudad dejaron un saldo de, al menos, tres personas muertas y decenas de heridos, informa la cadena Al Jazeera. Según afirman los testigos, los enfrentamientos continúan. A las fuerzas de seguridad se unieron tropas del Ejército llegadas en helicópteros que aterrizaron en el estadio de fútbol local. La jornada ha sido calificada como el caso de disturbios más severo del país de las últimas décadas.
La agencia estatal de noticias siria SANA ha comunicado que las fuerzas de seguridad se vieron obligadas a intervenir ya que durante las protestas se produjeron varios "casos de sabotaje".
Según informa SANA, “infiltrados se aprovecharon de las aglomeraciones de ciudadanos (…) para provocar caos mediante actos de violencia que desembocaron en daños a la propiedad privada y pública. Prendieron fuego a coches y tiendas, lo que obligó a las fuerzas de seguridad a intervenir para proteger a los ciudadanos y la propiedad. También resultaron atacadas por los infiltrados antes de que aquellos se dispersaran”.