El presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado tras concluirse la cumbre de París del sábado, que España "asume su responsabilidad de proteger al pueblo de Libia y de prestar apoyo humanitario".
A partir de este domingo las fuerzas de la coalición en Libia contarán con cuatro cazas F-18 y el avión cisterna Boeing 707 españoles. España dirigirá también la fragata F-100 Méndez Núñez —la más moderna de la Armada por su sistema de combate Aegis—, el submarino Tramontana y un avión de vigilancia marítima CN-235, pero la fecha exacta aún no se conoce ya que su despliegue puede llevar más tiempo. Serán movilizados entre 400 y 500 efectivos españoles, según fuentes militares. Además, el Gobierno español puso a disposición de las tropas estadounidenses las bases de Rota (Cádiz) y Morón (Sevilla).
En el Congreso, donde Zapatero tiene que comparecer el martes en virtud de la Ley de Defensa de 2005 y solicitar la convalidación a posteriori para la intervención, tiene garantizado un apoyo casi unánime. Sólo tres de los 350 diputados se han mostrado en contra.
Según subraya el Gobierno, la actuación militar es multilateral y está basada en una resolución previa de la ONU y en el respaldo de las instituciones regionales —la Liga Árabe y la Unión Africana— lo que permite evitar una imagen de ocupación o invasión.
La encuesta realizada por Metroscopia, empresa dedicada a estudios sociales, para el diario español El País reveló que aún antes de estar aprobada la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la introducción de una zona de exclusión aérea sobre Libia, el 66% de los españoles consideraba positivamente la idea de una intervención militar internacional que acabara con las represiones del régimen de Muammar Gaddafi. Sin embargo, la mayoría de ellos —el 58%— estaba en contra de ceder las bases de Rota y Morón a los EE. UU.
La postura del Gobierno español hace a los pocos críticos del rumbo actual considerar una paradoja que Zapatero llegara a La Moncloa con un 'no' a la guerra en Irak, pero vaya a salir de ella con un 'sí' a la guerra en Libia.
Analistas comentan que la situación de hoy se parece mucho a lo que pasó en 2001, cuando a partir de una resolución de la ONU semejante a la aprobada para Libia, los EE. UU. lanzaron la Operación Libertad Duradera contra el terrorismo, más particularmente, contra Al Qaeda, piratas somalíes y la Unión de Cortes Islámicas. España se unió a la operación que dura hasta ahora.
En cuanto a la historia de las operaciones militares de España a partir del inicio de su militancia en la OTAN en 1986, la primera más importante fue su participación con tres buques y unos 460 efectivos en la primera guerra del golfo Pérsico. La segunda, fueron unas 300 salidas de sus aviones en misiones de ataque a tierra y de defensa aérea en la antigua Yugoslavia en 1994. En el conflicto de Irak de 2003, hasta mayo de 2004 España tuvo una presentación bastante amplia, de unos 1.300 efectivos.