La fuga de radiactividad en Fukushima sigue inquietando al OIEA
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) se muestra preocupado por las fugas radiactivas que todavía se registran en la central nuclear de la prefectura de Fukushima, aunque la fuente exacta de éstas se desconoce.
Los especialistas se preguntan “de dónde procede exactamente” la radiación, según comentó James Lyons, alto cargo del OIEA, durante una rueda de prensa.
TEPCO, la compañía operadora de la central de Fukushima, dañada por el terremoto del pasado 11 de marzo, supone que la radiación puede estar siendo emitida por el agua marina utilizada para enfriar los reactores de la planta.
Además, las autoridades japonesas no presentan suficiente información sobre la envoltura del reactor 1 y sobre la temperatura en los depósitos de combustible en los reactores 1, 3 y 4, según ha comentado el asesor técnico del OIEA, Graham Andrew.
Andrew calificó como grave la situación en Fukushima a pesar de que hay algunas mejoras. TEPCO logró conectar electricidad a la sala de control del reactor 3, aunque el reactivar el suministro eléctrico puede llevar varios días por la necesidad de revisar el estado de todos los instrumentos.
Mientras tanto las obras en el reactor 2 de la central fueron detenidas por la subida del nivel de radiactividad cerca de la instalación.
Antes, el Gobierno ya había advertido a la población que evite el consumo de algunos alimentos procedentes de dicha prefectura por haber detectado un elevado nivel de contaminación radiactiva en espinacas, coliflores y leche, entre otros productos.
Además, se registró en el agua corriente de varias prefecturas vecinas de Fukushima la presencia de elementos radiactivos.
Una pequeña cantidad de partículas radiactivas supuestamente procedentes de Japón ya alcanzó Islandia, pero no supone un riesgo para la salud. La difusión del polvo radiactivo por el hemisferio norte “es cuestión de pocos días”, explica Andreas Stohl, del Instituto Noruego para la Investigación del Aire. Los científicos de la Agencia de Seguridad Nuclear de Francia avisan que la radiación está a punto de llegar a este país, pero en todo caso el nivel de radiactividad será miles de veces más bajo que en el caso del accidente en la central nuclear de Chernóbyl.
El terremoto más fuerte de la historia de Japón se produjó el pasado 11 de marzo y, junto al tsunami que lo siguió, dejó más de 9.000 muertos confirmados y casi 14.000 desaparecidos. Como es habitual, se han producido varias réplicas del sismo. Las últimas, de 5,8 a 6 grados en la escala de Richter, se registraron este miércoles, 23 de marzo, sin causar mayores daños.