El presidente estadounidense, Barack Obama, concluye su gira latinoamericana tras acordar varios proyectos económicos, pero dejando de lado cuestiones políticas de importancia, según algunos expertos.
El viaje se realizó en un momento complicado para la política internacional, cuando las fuerzas aliadas realizan una operación militar en Libia y al mismo tiempo no disminuye la preocupación por la fuga de radiactividad en Japón tras el devastador desastre natural registrado en aquel país. Sin embargo, la Casa Blanca subrayó la importancia de la gira para las relaciones con Latinoamérica.
Casi toda la región está viviendo en la actualidad un periodo favorable política y económicamente. La elección de los países visitados tampoco fue casual. El Director de Remesas y Desarrollo del Instituto de Diálogo Interamericano, Manuel Orozco, explica que Brasil es una economía muy fuerte a nivel regional y mundial, mientras que Chile “es la democracia más consolidada de América Latina”. Por su parte, El Salvador es un país con el cual existe una relación histórica vinculada también con la emigración de salvadoreños a EE. UU.
Para Obama es importante también contrarrestar la creciente influencia china en la región, sobre todo en Brasil y Chile.
Sin embargo, el viaje tuvo "poca significancia" desde el punto de vista político y estratégico, opina Manuel Orozco. Con Chile, el mandatario norteamericano se comprometió a profundizar en las relaciones comerciales, pero su prometedor discurso al final no alcanzó las expectativas y se limitó a asegurar la continuación de “una relación estable y amistosa, pero con poco material de cooperación".
En El Salvador Obama se centró en temas de emigración y seguridad, dos asuntos polémicos para EE. UU., que tiene sus muy discutidos problemas internos relacionados con la población latina. La donación de 200 millones de dólares para el desarrollo del ámbito de la seguridad en Latinoamérica prometida en El Salvador, también “tiene un significado mínimo”, considera Orozco.
Las manifestaciones de protesta en contra de la política estadounidense también marcaron el recorrido del presidente de EE. UU. por el continente americano.