El avión de pasajeros TU-154 de la compañía Alrosa, que había realizado en septiembre pasado un aterrizaje de emergencia (que fue calificado de milagroso por los especialistas) en una pista estrecha en plena taiga, despegó y se desplazó exitosamente al aeropuerto de Ujtá, ubicado en la República rusa de Komi y puso rumbo a Samara, en la Circunscripción federal del Volga (al sur de Moscú) donde los operarios de la planta de Aviakor completarán su reparación.
La aeronave realizaba un vuelo desde el aeropuerto siberiano de Poliarni a la capital rusa, Moscú, cuando fallaron de repente, a una altitud de 10.000 metros los sistemas de navegación, radiocomunicación y en general el suministro eléctrico. Los pilotos salvaron la vida de los ocupantes, al dirigir el avión a una pista de despegue y aterrizaje militar que estaba en desuso a lo largo de la última década y rodeada de bosque espeso de pinos.
Debido a la angosta tala a ambos lados de la pista, las alas del avión resultaron seriamente afectadas, mientras que parte del fuselaje y el tren de aterrizaje resultaron dañados. Pese a que los tres dispositivos del tren de aterrizaje fueron reemplazados en el lugar, es decir en la pista militar de Izhmá, el mecanismo de la retracción y extensión necesitaba ser probado por un equipo especial, del que gozan solo las empresas especializadas en el ensamblaje o reparación del modelo concreto de la aeronave.
Por eso, antes de que sea reintegrado al parque aéreo de la compañía, pasará varios meses más en el centro de pruebas de Aviakor, el centro especializado en los modelos Túpolev que están en uso, tanto en Rusia, como en los países de Europa de Este, Irán, Armenia y Mongolia entre otros. Este primer vuelo también fue todo un reto, debido a que el TU-154 de Alrosa tuvo que realizar todo el trayecto con los trenes de aterrizaje expuestos.
La hazaña de los pilotos que lograron aterrizar el aparato averiado en condiciones extremas ha servido de inspiración a los cineastas de la productora Central Partnership para ponerse a rodar una película titulada El vuelo 516. Además todos los tripulantes fueron condecorados en noviembre pasado por el presidente ruso, Dmitri Medvédev, con la Orden de la Valentía, y los pilotos, Andréi Limánov y Yevgueni Novosiólov, con la estrella dorada de héroes de Rusia.