En Latakia, el puerto mediterráneo de Siria protagonista en las últimas jornadas de numerosas manifestaciones, han fallecido al menos 12 personas y unas 200 han resultado heridas en dos días.
Varias decenas de personas marcharon en una demostración de protestas en esta ciudad mediterránea en cuyo transcurso asaltaron el edificio del partido gobernante Baaz. Varios hombres armados se instalaron en las azoteas de algunos edificios de diferentes barrios de Latakia, abriendo fuego contra los peatones y las Fuerzas de Seguridad. Mientras tanto, el Ejército logró hacerse con el control de importantes zonas de esta ciudad.
En la víspera, un grupo denominado Revolución en Siria 2011 hizo un llamamiento a una "rebelión popular" a través de la red social Facebook con el objetivo principal de alcanzar "la libertad en Siria". Como resultado, alrededor de 15.000 internautas se sumaron a la convocatoria de manifestaciones antigubernamentales este fin de semana en el país y en sus embajadas en el extranjero.
Mientras tanto, este domingo en Líbano miles de sirios protestaron frente a su embajada en Beirut en apoyo al presidente de Siria, Bashar al-Assad. Los manifestantes ondeaban banderas nacionales, así como carteles a favor del régimen, mientras que un hombre armado empezó a disparar contra la multitud. Una persona ha sido herida en el estómago.
Los disturbios en Siria comenzaron el 18 de marzo en la ciudad de Daraa, cerca de la frontera con Jordania, con el arresto de un grupo de estudiantes que escribían en las paredes y vallas eslóganes antigubernamentales. Un gran número de personas salió a la calle exigiendo su liberación. Desde entonces, los incesantes choques violentos entre los manifestantes antigubernamentales y las Fuerzas de Seguridad han dejado un saldo de decenas de fallecidos.
Las autoridades del país insisten en que se ha instigado un verdadero complot contra la nación y los enfrentamientos están planificados por los rebeldes para generar violencia y desestabilizar al país.
El comienzo de un nuevo conflicto en Oriente Medio suscita un gran interés internacional sobre la posición de EE. UU. al respecto. La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, descartó hoy el esquema de intervención de Estados Unidos en el conflicto interno sirio, como en el caso de Libia. Clinton supuso que las consecuencias del desarrollo de los eventos actuales en los dos países serán diferentes ya que el grado de violencia en Siria, según ella, es por ahora mucho menor que en Libia y las acciones del Gobierno del primero por ahora no han recibido tantas acusaciones como la política de Muammar Gaddafi.
"Por supuesto que seguimos la situación en Siria. Llamamos a todos los gobiernos a responder a las necesidades de sus propios pueblos, sin el uso de la violencia, permitiendo las protestas pacíficas y empezando un proceso de reformas económicas y políticas".