La OTAN anunció hoy que asume el mando de la totalidad de la operación internacional en Libia, lo que implica la dirección de los ataques contra objetivos terrestres.
La decisión tomada en la última reunión de los países miembros en Bruselas, el domingo 27 de marzo, entró en vigor inmediatamente, según el secretario general del organismo, Anders Fogh Rasmunssen. El teniente general canadiense Charles Bouchard fue designado como jefe de la operación.
El pasado viernes, la Alianza alcanzó un compromiso acerca de su participación en 'Amanecer de la Odisea'. Los países que no apoyan la intervención se dedicarán al control de la zona de exclusión aérea prevista por la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, mientras que los demás podrán participar directamente en operaciones militares.
Antes, Francia que fue uno de los principales promotores de la intervención armada en Libia, se opuso a que la OTAN encabezase la operación militar en el país proponiendo crear un órgano especial compuesto por los miembros de la coalición internacional y representantes de la Liga Árabe y de la Unión Africana.
Al mismo tiempo, este domingo los opositores del líder Libio, Muammar Gaddafi, apoyados por los bombardeos de la coalición, consiguieron establecer su control sobre la ciudad petrolera de Ras Lanuf. Las fuerzas de oposición ya han anunciado sus planes de exportar petróleo de los campos que están bajo su control.
También continúan los ataques de las fuerzas internacionales en Misrata y Sirte, la ciudad natal de Gaddafi, destruyendo los objetivos militares del Gobierno libio. Al menos seis grandes explosiones se registraron en el centro de la capital, Trípoli, según testigos citados por agencias.
Sin embargo, la intervención armada no recibe la aprobación unánime de la comunidad internacional por su alto coste y por las posibles bajas colaterales, pese a que el objetivo de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU es proteger a la población civil de las fuerzas militares de Gaddafi.
El Papa Benedicto XVI, por ejemplo, expresó hoy su preocupación por la situación “actualmente marcada por el uso de las armas”, exigiendo a todas las partes implicadas en el conflicto que busquen el diálogo para poner fin a la violencia.