La pena de muerte retrocede en el mundo, según Amnistía Internacional
La pena de muerte retrocedió a escala mundial el año pasado –de 724 en 2009 hasta 527 en 2010–, pero sigue aplicándose en una minoría de países cada vez más aislada entre los que figuran China, Irán y EE. UU., según el informe anual de la organización de defensa de Derechos Humanos Amnistía Internacional (AI).
La abolición de la pena capital es una tendencia que continuó y se acrecentó durante el año 2010. "Al finalizar 2010 no podía ser más evidente la tendencia mundial hacia la abolición de la pena de muerte", afirma AI en su informe 'Pena de Muerte y Ejecuciones en 2010', que recuerda que a mediados de la década de los noventa un total de 40 países llevaban a cabo ejecuciones, frente a los 23 que ejecutaron reos en 2010.
Mientras tanto, esta cifra es un pequeño repunte con respecto a 2009 cuando se aplicó la pena de muerte en 19 países, la cifra más baja registrada hasta el momento.
Sin embargo, la organización de defensa de los derechos humanos subrayó que se registraron oficialmente al menos 527 ejecuciones en el planeta el año pasado, frente a 724 en 2009. "A pesar de algunos pasos hacia atrás, los avances en 2010 nos llevaron más cerca de la abolición global", subrayó el secretario general de AI, Salil Shetty.
La organización precisa que "esta cifra no incluye las miles que se cree que hubo en China", donde la pena capital se considera un "secreto de Estado".
La AI decidió en 2010 no publicar cifras mínimas de la aplicación de la pena de muerte en ese país, pero, en cambio, ha emplazado a las autoridades chinas a que publiquen las cifras anuales del número de personas condenadas a muerte y ejecutadas. Así, AI confirmó su afirmación de que la aplicación de la pena de muerte ha disminuido en este país.
China es el país donde más ejecuciones se producen, seguido de Irán, Corea del Norte, Yemen, Estados Unidos, Arabia Saudita y Libia.
En Irán, que ocupa en la lista de Amnistía el segundo lugar, se llevaron a cabo al menos 252 de ejecuciones en 2010. Según AI, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, alertó del incremento alarmante de las ejecuciones en Irán y urgió a este país a parar inmediatamente todas las que tenga pendientes y a declarar una moratoria de la pena de muerte lo antes posible.
Tras China e Irán la mayor parte de las ejecuciones el año pasado se llevaron a cabo en Corea del Norte (al menos 60), Yemen (al menos 53), Estados Unidos (como mínimo 46) y Arabia Saudí (unas 27). La lista la completan Libia, Siria, Bangladesh, Somalia, Sudán, la Autoridad Nacional Palestina, Taiwán, Egipto, Guinea Ecuatorial, Bielorrusia, Japón, Singapur, Vietnam, Irak, Malasia, Bahréin y Botsuana.
Sin embargo, en Palestina, Bahréin, Bielorrusia, Guinea Ecuatorial, Somalia y Taiwán se registró al menos una ejecución en cada país en 2010.
La organización señala igualmente que hay una clara tendencia a la abolición de la pena capital: en la última década un total de 31 países decidieron abolir la pena capital, por ley o en la práctica, estableciendo una moratoria, lo que reduce el número de países que castigan un delito con la privación de la vida de una persona.
El número de estados que han dejado de aplicar la pena capital "ha aumentado considerablemente en el último decenio, pasando de los 108 de 2001 a los 139 de estos últimos años", de acuerdo con las cifras de AI.
Además, durante el año pasado no se recibió información sobre ejecuciones en Afganistán, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Mongolia, Pakistán y San Cristóbal y Nieves, aunque se sabía que estos países las habían llevado a cabo hasta 2008 o 2009.
En cuanto a la imposición de penas de muerte, en 2010 se tuvo constancia de, al menos, 2.000 nuevas condenas en 67 países. La AI indicó que casi 18.000 personas se enfrentaban a este tipo de sentencias a finales de 2010.
En 2010 se utilizaron los siguientes métodos de ejecución: electrocución, decapitación, ahorcamiento, inyección letal y arma de fuego. AI no tiene constancia de ejecuciones por lapidación, aunque sí de que se impusieron condenas a muerte mediante este método en Irán, en el Estado nigeriano de Bauchi y en Pakistán, pero en 2010 no se ejecutó a nadie por lapidación en estos países. No obstante, en Irán había al menos 10 mujeres y 4 hombres condenados a muerte por este sistema.
También Amnistía Internacional agrega que en muchos países la pena de muerte se utiliza de manera desproporcionada contra pobres o comunidades minoritarias. Además, un número reducido de países facilita datos oficiales, por lo que uno de los problemas es tener información más precisa.
Aún así, mientras aumentan en el mundo las voces para abolir la pena de muerte, en países de Medio Oriente y Occidente continúan las ejecuciones. Amnistía Internacional considera la pena de muerte "un castigo cruel, inhumano y degradante, que constituye una violación del derecho a la vida".
En América Latina la pena de muerte ha sido aplicada por todos los países en algún momento histórico, aunque en este momento está prohibida en la mayoría.
Solamente Bahamas, Cuba, Guatemala, Guyana, Jamaica, Trinidad y Tobago, y algunas de las pequeñas Antillas continúan aplicándolas. En algunas comunidades indígenas de Bolivia y Perú siguen ejecutando a ladrones y otros criminales al margen de la ley.
Sin embargo, se dieron ejecuciones de personas en la última mitad del siglo XX, periodo en la cual varias naciones sudamericanas estaban dirigidas por regímenes militares. La mayoría se realizaron a los opositores.
En Rusia las ejecuciones no se producen desde el año 1999, cuando se declaró una moratoria para la pena capital.