La Administración del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia, conocido como Virginia Tech, ha sido multada por el caso de tiroteo en masa que tuvo lugar en el centro en abril de 2007.
Es la mayor multa posible con la que las autoridades estadounidenses pueden castigar a la Administración universitaria por no advertir a tiempo a los estudiantes de los primeros tiroteos que tuvieron lugar en el territorio del campus, en los que dos personas fueron asesinadas.
Dos horas después el atacante, Cho Seun-Hui de 23 años, se dirigió a otro punto residencial donde asesinó a 31 personas más, hirió a 23 y se suicidó.
Según la legislación federal, los centros docentes que están subsidiados con presupuesto estatal deben comunicar a las Fuerzas de Seguridad sobre los crímenes cometidos en su jurisdicción.
La comisión del Estado de Virginia que investigaba el caso llegó a la conclusión de que el número de víctimas habría podido ser mucho menor de haber advertido la Administración a los estudiantes sobre el peligro ya que estos habrían tenido más tiempo para prevenir la situación. En vez de eso, la jefatura universitaria ni siquiera canceló las clases.
"En conclusión, tenemos solo una cantidad de dinero que indica que lo que hicieron fue incorrecto. No hay posibilidad de sustituir a 32 personas o medirlo con dinero", dice Andrew Goddard cuyo hijo fue herido durante la tragedia. "Si los hubieran multado con un dólar sería lo mismo".
Por su parte, el Ministerio de Educación señala que la Administración de Tech merece un castigo mucho más grave, pero este es el máximo posible con la legislación actual.