Hoy los servicios geofísicos de la región de Kamchatka, en el Extremo Oriente ruso, avisaron de que la actual erupción del volcán Kizimen comenzada en marzo de este año representa un peligro para las rutas aéreas. Tras un largo período de inactividad, desde el año 1929, el volcán Kizimen empieza a despertar.
De acuerdo con los geofísicos, el volcán ya expulsó a la atmósfera varias columnas de ceniza y la más grande supera los cinco kilómetros de altura. Por la actividad los expertos han establecido para la aviación un nivel de alerta naranja (erupción probable en términos de días o semanas), para que los pilotos eviten la zona de la erupción.
Las cenizas volcánicas, al entrar en los motores de un avión, pueden provocar una catástrofe puesto que algunas partículas pueden llegar a ser inflamables. Así, y teniendo en cuenta la alerta, las rutas para las líneas aéreas en la región de Kamchatka deberán ser trazadas evitando la zona de peligro.
Los científicos del centro geofísico regional de Kamchatka aseguran que la erupción no presenta riesgo para las poblaciones aledañas. Médicos advierten que las cenizas volcánicas pueden ser dañinas para la salud, sin embargo, también pude tener un efecto positivo debido a su efecto fertilizante para algunas especies de hortalizas y legumbres.
Los investigadores de distintos servicios geofísicos de la región de Kamchatka opinan que la presente erupción del volcán Kizimen fue afectada por la actividad sísmica en Japón.
El 15 de marzo, los servicios geofísicos de Kamchatka registraron potentes erupciones simultáneas de los volcanes Shiveluch, Karymskiy y Kizimen. En marzo de 2011, una columna de cenizas de un kilómetro de altura se desvió hacia la ciudad de Petropavlovsk-Kamchatsky y, en algunas zonas de ella, la capa de sedimentos volcánicos tenía un espesor de 1 milímetro.