Las fuerzas de las Naciones Unidas en Costa de Marfil se unieron a las operaciones militares contra Laurent Gbagbo, el presidente saliente del país, quien se niega a dejar el poder. La ONU pidió la asistencia de Francia, que dispone de una importante fuerza militar en su excolonia. Los helicópteros franceses, desplegados en el país africano, atacaron la base militar de Gbagbo en la principal ciudad de Costa de Marfil, Abiyán.
Las autoridades franceses, que recientemente han autorizado a su contingente en el país a usar armas pesadas, comentaron que la participación de sus tropas fue solicitada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Las fuerzas de la ONU comenzaron a tomar parte en el conflicto tras la resolución 1975 del Consejo de Seguridad del organismo, bastante parecida a la 1973 sobre Libia.
El documento, aprobado el 30 de marzo unánimemente por los miembros del Consejo, prevé el uso de “toda la fuerza necesaria” con el fin de proteger a la población civil del país de la violencia física y del uso de armamento pesado. Además de la violencia contra los civiles, también se informó de varios ataques de los partidarios de Gbagbo a los cascos azules de la ONU.
Mientras tanto, las fuerzas del presidente electo, Alassane Ouattara, reconocido por la comunidad internacional, tomaron el control de todas las ciudades más importantes del país, excepto Abiyán.
Miles de soldados de Ouattara, según el portavoz de su Ministerio de Defensa, entraron a la ciudad para librar el que podría ser último combate en la confrontación de las fuerzas del presidente saliente y el presidente electo. Su objetivo principal es el palacio presidencial, situado en el centro de Abiyán, donde también se encuentra la residencia de Gbagbo.